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 Venezuela y su música

La música en Hispanoamérica

(comp.) Justo Fernández López

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la música venezolana

Yo la hice libre, hazla tú próspera.

[Simón Bolívar, El Libertador (1783-1830)]

Las expresiones musicales populares pueden diferenciarse según la raíz cultural a partir de la cual se han constituido. Así, por ejemplo, se cuenta con géneros que tienen una matriz fundamentalmente indígena, otras de origen europeo y las hay marcadas por elementos africanos. Este interesante mosaico musical se nutrió de todos los elementos disponibles. Los misioneros aportaron sus cantos gregorianos, los andaluces el tono flamenco, marcando su influencia en el polo y la fulía oriental, y los canarios la malagueña, que indiscutiblemente se hizo venezolana. Con la esclavitud africana llegó el tambor, los dahomeyanos introdujeron el mina, los bantú los chimbangueles, y del Zaire y Nigeria vino el quitiplá.

Las culturas indígenas no quedaron al margen de este proceso. Los warao del delta del Orinoco construyeron su propio violín, llamado sekesekeima, mientras los kariña cantan a sus muertos en la fiesta del akaatompo con flautas de pan o verékusi.

La música más característica de Venezuela es la música llanera o música de Los Llanos, sabana inmensa, tierra de pastoreo, de aventuras y leyendas, especie de Pampa como en Argentina. Esa inmensa sabana que atrae y obsesiona. La vida, el trabajo, el amor, el peligro, el paisaje y las faenas del campo se hacen allí canción. El cielo y la llanura se unen. El Llano con sus barcos y sus ríos que solo conocen el paso de la curiara (pequeña embarcación) y con el temible Caribe (salvaje). La mujer que espera impaciente el regreso del hombre valiente que encontró su pinta con la madrina (pequeño grupo de ganado que guía la manada). El lenguaje musical que usa el guapo (“el llorado”) para conquistar a su amada.

José Eustaquio Rivera (1889-1928, Colombia) describe los Llanos colombianos y venezolanos en su novela La Vorágine:

 

«La aurora surgió ante nosotros sin advertir el momento preciso, comenzó a flotar sobre los pajonales un vapor sonrosado preciso. Las estrellas se adormecieron y en el horizonte apareció un celaje de incendio, una pincelada violente, un coágulo de rubí. Bajo la gloria del alba hendieron el aire los patos chillones, las garzas morosas como copas flotantes, las guacamayas multicolores. Y en todas partes nacía un hálito jubiloso que era vida. El sol inmenso, como cúpula ante el asombro del toro, rodó por las llanuras enrojeciéndose.»

En la música venezolana no hay influencia negra tan grande como en la colombiana. Muchos ritmos colombianos se oyen también en Venezuela.

Instrumentos del folclore musical venezolano

Venezuela presenta una gran cantidad y variedad de instrumentos musicales, a través de los cuales es posible entrever la historia de encuentros culturales que han conformado su música. De los pueblos indígenas se han heredado gran cantidad de instrumentos de viento hechos de hueso, caracoles y troncos huecos.

Con los europeos llegaron toda una gama de instrumentos de cuerda que tras una adaptación se transformaron en instrumentos propios del país, y con los esclavos africanos llegaron los tambores, que dejaron de sonar en honor a sus deidades para repicar en ofrenda a los santos católicos. En interesante proceso se ha conformado un complejo mestizaje instrumental.

Los tambores traídos por los esclavos africanos han tomado unas características sumamente particulares en Venezuela. Por lo general se utilizan para celebraciones rituales en honor a santos católicos, como San Juan, San Benito y San Antonio.

Arpa venezolana o arpa llanera

 

Relacionada con el arpa céltica, el arpa criolla está conformada por tres elementos, caja de resonancia, consola y columna. Existen dos tipos de arpa, central y llanera, las cuales poseen entre 30 y 37 cuerdas. El arpa central posee una caja de resonancia más ancha que la llanera y se utiliza en los estados Aragua, Miranda y Carabobo; las cuerdas pueden ser de metal, tripa y material sintético. Sus clavijas están dispuestas en una sola línea. El arpa llanera se emplea en Guárico, Barinas y Apure. La caja de resonancia es angosta y las clavijas están colocadas en doble fila, siendo las cuerdas de tripa o material sintético.

El arpa llanera es un instrumento de cuerda diatónico creado en Europa, difundido en la región de los llanos Venezolanos. Es de sonido agudo y metálico y se usa mucho combinada con las maracas y el cuatro (guitarrilla venezolana de cuatro cuerdas), que forman el típico conjunto llanero de Venezuela.

Fue usada desde la llegada de los conquistadores españoles a través de las misiones religiosas para difundir la religión católica a través de la música. Tiene cuerdas de diferentes calibres y organizadas en la escala musical según el grosor y carece de pedales para lograr las alteraciones. Regularmente es construida en cedro, pino y otras maderas resistentes. Se utiliza laca transparente en su pintura para que no pierda sonoridad.   

Bandola

 

Este instrumento con una caja de resonancia en forma de pera proviene del laúd. En Venezuela se distinguen cinco tipos de bandola: llanera, central, oriental, guayanesa y andina.

La bandola llanera es de cuatro cuerdas de tripa o nylon y su caja de resonancia es la más pequeña de todas. Suele tocarse con un plectro fabricado con un cuerno o cacho de ganado.

La bandola central posee ocho cuerdas de metal.

La oriental posee también ocho cuerdas, pero éstas son de nylon, y su caja de resonancia es la más grande.

La bandola guayanesa posee ocho cuerdas y un sonido metálico; se toca con o sin plectro.

Por último, la bandola andina es la más parecida a la española, posee dieciséis cuerdas y se emplea para la interpretación de pasillos y bambucos.

Carrizos

 

Los carrizos pertenecen a la familia de las flautas de pan, que se caracterizan por estar conformadas por más de dos tubos de diferentes tamaños, a través de los cuales es posible ejecutar una amplia gama de tonalidades. Se distinguen los carrizos hembra, los cuales llevan la melodía, mientras que los carrizos machos la siguen. Estos instrumentos son utilizados principalmente en el oriente del país y en el estado Guárico.

Cuatro venezolano o cuatro llanero

 

Considerado el instrumento nacional, el cuatro pertenece a la familia de las guitarras y guitarrillas españolas. Siendo más pequeño que estas, su nombre se debe al número de cuerdas que posee. Dependiendo de las regiones y ritmos que acompañe, se ejecuta por rasgueo o charrasqueo. Antiguamente sus cuerdas eran de tripa, en la actualidad son de nylon. Se utiliza como instrumento solista o acompañante en música ritual o de divertimento.

El cuatro es una pequeña guitarra de cuatro cuerdas que se usa como instrumento de gran efecto para hacer el contrapunto y contrarritmo. Se utiliza en toda Hispanoamérica, pero adquiere un papel relevante en los conjuntos musicales de países como Puerto Rico, Cuba, Republica Dominicana, y Venezuela, en donde forma parte del folclore musical y acompaña los bailes y canciones populares.

El cuatro venezolano, también conocido como cuatro llanero o cuatro tradicional, se usa en la ejecución de ritmos venezolanos entre los que más se destacan: el orquídea, el joropo, el merengue venezolano, la gaita, la parranda central, el vals, el calipso venezolano y el aguinaldo. El cuatro es parte inseparable de los conjuntos típicos de música llanera, junto al arpa llanera (o bandola, según el caso) y las maracas. Suele tener una función de acompañamiento, aunque también puede ocupar un puesto de solista, como instrumento de concierto, en algunos casos (por lo general, fuera del ámbito de la música llanera). Normalmente se toca rasgueando las cuerdas con la mano derecha y haciendo los acordes con la mano izquierda.

Culo'e Puya

 

Culo'e Puya: batería conformada por tres tambores bimembranófonos, conocidos bajo los nombres de pujao, cruzao y corrido. Se ejecutan con un pequeño palito delgado y muy duro, y se coloca entre las piernas a manera de cabalgadura. Se le atribuye un origen bantú.

Maracas

 

Las maracas son pequeñas calabazas llenas de pepitas o granos secos que producen sonido al golpearlos contra la pared interna de la esfera. Se usan en toda la música del Caribe, pero dan al SON LLANERO venezolano su ritmo típico.

En la música popular bailable latina de influencia cubana y en el folclore llanero venezolano-colombiano por lo general se encuentran en pares, una para cada mano, de ahí el término en plural "maracas". Las tribus indígenas tocaban una sola maraca. Las maracas son características de la música latina salsa.

Mina y Curbata

 

Sontambores propios de la zona de Barlovento, estado Miranda, el mina y el curbata son asociados a las fiestas de San Juan. Ambos son realizados con un tronco totalmente cilíndrico y se ejecutan de pie. Se piensa que su procedencia es dahomeyana, pues el sistema de tensión que presentan es similar a la que usan los haitianos en sus ritos de rada.

 

Tambor de Calypso

 

El tambor de Calypso es conocido con el nombre de bumbac, es característico del calipso de la zona de El Callao, estado Bolívar. Posee una caja metálica, con un moderno sistema de tensado del cuero.

Posiblemente este tambor desciende de los que llegaron el siglo pasado, en manos de inmigrantes mineros provenientes de las Antillas menores.

Tambor de Chimbanguéles: se conoce como chimbanguéles una batería de seis tambores empleados para rendir tributo a San Benito. Tal como hacen los pueblos indígenas con las flautas, los chimbanguéles se distinguen por género en macho y hembra. Los tambores machos son el tambor mayor o arriero, el respuesta o respondón, el cantante y el segundo. Son hembras la primera requinta, la segunda requinta y la media requinta.

Turas

 

Estas flautas pertenecen al grupo de las longitudinales y son construidas con caña. Consisten en flautas de un solo canal con un número de agujeros que varían de dos a cuatro y permiten obtener una gran variedad de tonos. Son utilizadas en la Fiesta de Las Turas, rito agrícola de las poblaciones de Falcón y Lara.

 

Ritmos del folclore musical venezolano

Fulía

 

Se relaciona con un canto canario denominado folía. Forma parte de los Velorios de Cruz de la región centro costera y oriental. Se practica en ritos y ceremonias religiosas por solistas que alternan y reciben respuesta del coro, conformado por los asistentes.

Las fulías son acompañadas por el cuatro (guitarra de cuatro cuerdas), que sirve de base armónica, el plato de peltre, raspado rítmicamente con un cubierto, las maracas y varias tamboras que brindan la base de percusión típicamente africana.

Gaita

 

Este término sirve para designar distintas formas musicales que se interpretan en determinadas regiones del país, las cuales se diferencian por su estructura, instrumentos y motivo de ejecución. La gaita a San Benito se interpreta en el estado Trujillo en honor a San Benito de Palermo.

Aunque el origen de la celebración es netamente europeo, la gaita es interpretada con los tambores de chimbangueles, los cuales imprimen una percusión y rítmica originalmente africana.

La gaita oriental aborda temas sociales, históricos, humorísticos y amorosos. A diferencia de la gaita a San Benito, no posee una base rítmica acompañada de tambores, sino una dulce melodía interpretada por el cuatro, la guitarra y la mandolina.

La gaita zuliana, género musical por excelencia del pueblo zuliano, nace de la fusión de la música española, los tambores y rituales africanos y los cantos indígenas.

Por lo general, los temas centrales de la gaita zuliana giran alrededor de la veneración a la Virgen de Chiquinquirá y la crítica social. Este ritmo caracteriza las fiestas de Navidad, por lo que se interpreta especialmente desde el día de la Virgen de la Chiquinquirá, el 12 de noviembre, hasta el 2 de febrero, día de la Virgen de La Candelaria.

Joropo

 

Es un ritmo rapidísimo y endemoniado, dificilísimo de tocar. Se marca con el cuatro y las maracas, mientras que el arpa lleva la parte melódica. Es el rimo de la música de Los Llanos de Venezuela, del vaquero llanero, parecido al gaucho argentino.

Canta el paisaje de la llanura (“yo he nacido en la ribera del Arauca vibrador, soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas y del sol”), la alegría de vivir en Los Llanos, la labores llaneras. Se canta también en varias partes de Colombia (Llanos colombianos). Los joropos son casi siempre cantados.

Su diversidad se manifiesta en distintas tipologías subregionales. Entre ellas cabe mencionar el joropo oriental, el joropo central (con algunas especificidades como el joropo tuyero, el joropo mirandino o el joropo aragüeño), el joropo andino y el golpe larense en Venezuela; además del joropo llanero, propio de los Llanos colombo-venezolanos.

En Venezuela existen además importantes variantes que fusionan elementos de los tipos antes mencionados, con desarrollo de particularidades estilísticas, como es el caso del joropo guayanés, joropo guaribero o cordillerano, joropo horconiao y joropo urbano.

En las zonas rurales, la palabra designa más la fiesta o evento bailable, que la música o la coreografía propiamente dichas. Para designar estos elementos utilizan términos mucho más específicos, como corrido, pasaje, golpe o revuelta en el caso de la música, y valsiao, zapateao o escobillao para el caso de la danza. En las zonas urbanas, el vocablo joropo se utiliza en general para designar una música vivaz con arpa, cuatro y maracas como base instrumental, sin mayor referencia al baile.

Las primeras noticias que se tienen del joropo datan de 1749, cuando el Gobernador de la Capitanía General de Venezuela prohíbe el baile del joropo escobillado. Es importante insistir en la diversidad del género para romper con el paradigma de que el joropo se refiere solo su variante llanera.

Aunque algunos autores afirman que el hermoso baile del joropo viene del valse dado su carácter ternario y su coreografía de parejas enlazadas, este último es posterior, pues data del siglo XIX. Es mucho más seguro que tenga un cercano parentesco con el fandango español, uno de los bailes más populares dentro de la tradición flamenca. Suplantó al fandango para referirse a los mismos tipos de fiesta y música con la cual comparte mayores similitudes.

El joropo adquirió el sentido de fiesta y baile, desprendiéndose del galanteo amoroso propio de algunos tipos del flamenco y vinculándose con giros del vals que conserva hasta la actualidad. De Europa también adquirió base rítmica y melodía, integradas mediante el uso del cuatro y el arpa. Del continente africano se desprenden la melodía independiente, realizada por los cantos en autonomía de la música y la polirritmia. Por último, la presencia de las maracas es muestra indiscutible de la presencia indígena.

Ambos muestran influencia de los giros y acompañamientos españoles típicos de la música medieval y renacentista de influencia mora venida con la colonización, en los cuales destaca la utilización de la síncopa y los ritmos hemiolados o sesquiálteros en 3/4-6/8.

Los campesinos venezolanos –negros y mulatos– escucharon los fandangos en las fiestas organizadas por los mantuanos y aprendieron la música, imprimiendo la fuerza rítmica del negro con los bordones de un arpa rústica hecha de bambú y en las maracas se identifica la huella indígena.

El joropo se extiende por todo el territorio nacional. Tomó variaciones claramente diferenciadas en función de los instrumentos con que se ejecuta, las formas musicales, los cantos y el baile. Así, se distinguen tres grandes variantes: el joropo llanero, el cual se toca y baila durante todo el año en los llanos centrales de los estados Apure, Guárico, Cojedes, Barinas y Portuguesa; el joropo central, que se expresa en diferentes localidades del Distrito Federal, Miranda, Aragua, oriente de Carabobo y norte de Guárico, y por último el joropo oriental, característico de los estados Sucre, Anzóategui, Monagas y Nueva Esparta.

Para tocar el joropo: Se rasguea dos veces hacia abajo, una hacia arriba con el pulgar, otro rasgueo hacia abajo, otro arriba con el pultar y otro hacia abajo.

Jota

 

La jota es otra variedad musical de origen español. En Venezuela está ligada particularmente al canto. Se trata de un canto triste y melancólico que tiene como tema central el amor y la pesca. Por lo general, se acompaña de guitarra, cuatro y bandolín.

Malagueña

 

La malagueña se canta especialmente en los estados Monagas y Anzoátegui, y forma parte de los cantos de los velorios de las fiestas de Cruz de Mayo. Si bien es interpretada por los mismos instrumentos que acompañan la jota, el cuatro, la guitarra y el bandolín, la malagueña emplea cuartetas de once, doce y catorce sílabas, a través de las cuales se rinde homenaje especialmente a la Virgen del Valle.

Pasaje

 

El pasaje es, junto con el joropo llanero, uno de los ritmos más extendidos en Venezuela.

El vals pasaje se usa en canciones lentas del llano y en canciones de las regiones merideñas.

Polo

 

El polo es un tipo de canto procedente de España, que se instala en las costas venezolanas de los estados Falcón, Anzoátegui y Nueva Esparta. Se caracteriza por poseer una melodía de ocho compases creada libremente por los cantantes, que toman su turno en una especie de controversia cantada, lo que le otorga cierto sentido burlesco. Narra aspectos de la vida cotidiana, historias de amor o relatos históricos.

Es un ritmo que evolucionó del polo natural del flamenco andaluz, pero es más lento que el español y sin los melismas expresivos del canto andaluz. Es más sensual y menos refinado que el polo flamenco, pero de gran fuerza.

En Venezuela, el polo es una forma musical típica de las regiones de la costa oriental. Se lo conoce a menudo como «polo margariteño», por su importancia en la isla de Margarita; sin embargo, a lo largo de todo oriente se cantan polos.

Como forma musical, se toca en un compás de tres cuartos o seis octavos (o ambos) a una velocidad moderada. La melodía evoluciona sobre una variación de cuatro acordes, y se cantan versos que varían dependiendo de la canción, generalmente es una canción en forma de décima, es decir, diez versos de ocho sílabas cada uno.

Normalmente se toca con cuatro (guitarra de cuatro cuerdas) y maracas, aunque no posee una instrumentación estricta y como toda música folclórica es adaptable a pequeños y grandes conjuntos musicales.

Vals

 

Este baile de salón llega a Venezuela durante el siglo XIX y se convierte en el género de mayor arraigo en el país. Asimismo ha servido como base fundamental para muchas composiciones venezolanas. Siendo el piano el acompañante característico, se utilizan para su ejecución instrumentos propios de cada región; en los Andes el violín y la bandola son los instrumentos solistas de este género, mientras que en Lara se ejecuta con el violín o mandolina, el cuatro y la guitarra.

Otros ritmos venezolanos

 

Merenge (como en Colombia), quirpa, chipola, galerón y algunos ritmos negros parecidos a la cumbia colombiana.

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