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Diptongo - triptongo - hiato - sinalefa

© Justo Fernández López

Gramática española - Nivel superior

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SECUENCIAS VOCÁLICAS

Diptongo

Dos vocales que forman parte de una misma sílaba:

a)    vocal abierta (/a/, /e/, /o/) seguida o precedida de vocal cerrada y átona (/i/, /u/);

b)    dos vocales cerradas distintas (/i/, /u/)

diario, siento, pie, cohibir, antiguo, doy, viuda, diurno, ruido, muy

Triptongo

Tres vocales que forman parte de la misma sílaba: vocal abierta (/a/, /e/, /o/) seguida y precedida de una vocal cerrada átona (/i/, /u/)

buey, dioico, confiáis, guau, apreciéis

Hiato

Dos vocales que forman parte de sílabas sucesivas distinta:

a)    vocal cerrada tónica (/i/, /u/) seguida o precedida de vocal abierta (/a/, /e/, /o/);

b)    dos vocales iguales

María, púa, búho, cría, caer, aorta, roedor, dehesa, chiita

La h intercala no influye en que sean hiatos o diptongos las secuencias de vocales entre las que se sitúa: de.sahu.cio, prohi.bir, ahi.ja.do.

 Diptongos

1. Un diptongo es la secuencia de dos vocales distintas que se pronuncian dentro de la misma sílaba: vien - to, a - cei - te, cau - sa, sua - ve. Desde el punto de vista fonético, en español pueden dar lugar a diptongos las siguientes combinaciones vocálicas: vocal abierta (a, e, o) + vocal cerrada (i, u) átona; vocal cerrada átona + vocal abierta; y vocal cerrada + otra vocal cerrada distinta (es decir, las secuencias iu o ui): aula, cuadro, cantáis, peine, androide, justicia, cielo, funcn, ciudad, descuido, vacuo. Aunque, en el habla, la secuencia de dos vocales abiertas —especialmente cuando ninguna de ellas es tónica (petróleo, raedera)— puede articularse como diptongo, esta combinación vocálica se considera siempre hiato desde el punto de vista normativo.

2. De las secuencias anteriores, se pronuncia siempre como diptongo el grupo formado por una vocal abierta tónica y una cerrada átona (en ese orden): Sainz, teméis, voy, causa. Pero, por lo general, aparte de este grupo, una misma combinación vocálica de las mencionadas en el párrafo anterior se pronuncia, en unas palabras, dentro de la misma sílaba —diptongo— y, en otras palabras, en sílabas diferentes —hiato—; por ejemplo, la secuencia ie se pronuncia como diptongo en la palabra miedo (mie - do) y suele pronunciarse como hiato, al menos en España y algunas zonas de América, en rieron (ri - e - ron). Por otra parte, algunas de estas combinaciones vocálicas (las formadas por una vocal cerrada átona y una abierta tónica, o por dos vocales cerradas diferentes) pueden, en una misma palabra, fluctuar en su pronunciación entre el hiato y el diptongo, dependiendo de diversos factores, como el mayor o menor esmero en la pronunciación, el origen geográfico o social del hablante, etc.; así ocurre, por ejemplo, en gratuito, que puede pronunciarse con diptongo (gra - tui - to) o con hiato (gra - tu - i - to), y en cruel (cruel o cru - el). Dada esta variabilidad, se ha optado por establecer una serie de convenciones sobre qué ha de considerarse diptongo y qué ha de considerarse hiato a la hora de acentuar gráficamente las palabras. Así, cada secuencia vocálica será considerada siempre un hiato o siempre un diptongo al colocar las tildes, con independencia de su pronunciación real dentro de la palabra.

3. La h intercalada no influye en absoluto en la consideración como diptongo o como hiato de una secuencia vocálica. Así, hay grupos de vocales con h intermedia que forman diptongo: ahijado, ahumar, prohibir, y otros que forman hiato: ahínco, turbohélice, prohíbe.

4. Debe evitarse en el habla la reducción del diptongo a una sola vocal: *[ulójio] por Eulogio, *[kontíno] por continuo, *[bénte] por veinte, *[trénta] por treinta. En el caso de los numerales compuestos de las series del veinte y del treinta, esta monoptongación es común, incluso entre personas cultas, pero es conveniente evitarla en la pronunciación esmerada: *[bentikuátro] por veinticuatro, *[trentaidós] por treinta y dos. Son extremadamente vulgares los casos de cierre de la e en i: *[bintikuátro]. También debe evitarse pronunciar como diptongos algunas combinaciones vocálicas que son siempre hiatos en la dicción culta: *[golpiár] por golpear, *[kuéte] por cohete. [RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 230-231]

Acentuación de las palabras con diptongo

Diptongos ortográficos

A efectos de acentuación gráfica, se consideran diptongos las secuencias vocálicas siguientes:

a) Vocal abierta + vocal cerrada o, en orden inverso, vocal cerrada + vocal abierta, siempre que la cerrada no sea tónica: amáis, peine, alcaloide, aplauso, Eugenio, estadounidense; suave, huevo, continuo, confiado, viento, cancn.

b) Dos vocales cerradas distintas: huida, ciudad, jestico, veintn, diurno, viudo.

Acentuación de palabras con diptongo

Las palabras con diptongo se acentúan siguiendo las reglas generales de acentuación. Así, vio no lleva tilde por ser monosílaba; bonsái la lleva por ser aguda terminada en vocal, y hsped, por ser llana terminada en consonante distinta de -n o -s; superfluo, cuentan y viernes se escriben sin tilde por ser llanas terminadas en vocal, -n y -s, respectivamente; y cquero y lingüístico se tildan por ser esdrújulas.

Colocación de la tilde en los diptongos

a) En los diptongos formados por una vocal abierta tónica y una cerrada átona, o viceversa, la tilde se coloca sobre la vocal abierta: ads, desps, marramáu, soñéis, inició, náutico, murclago, Cáucaso.

b) En los diptongos formados por dos vocales cerradas, la tilde se coloca sobre la segunda vocal: acfero, casstica, demrgico, interviú.

[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 636-637]

«En los diptongos, la vocal más abierta representa el punto vocálico de la sílaba; la más cerrada se halla en la tensión o en la distensión. El hablante tiende a extremar la diferencia que entre ambas exista en su grado de abertura, bien abriendo más la abierta, bien derrando más la cerrada, o ambas cosas a la vez. Tal es el caso, en español, de las vocales extremas i, u, llamadas débiles porque forman diptongos con las más abiertas a, e, o (fuertes), éstas constituyen el núcleo silábico y aquéllas quedan en posición inicial (tensiva) o final (distensiva). En estas condiciones i, u, se abrevian, al mismo tiempo que estrechan su articulación hasta el punto de perder en parte su naturaleza vocálica y convertirse en semiconsonantes y semivocales: j, w, i, u.

Los diptongos así formados pueden ser de abertura creciente o de abertura decreciente.

Son crecientes:

ja (viaje)

je (tiempo)

jo (salió)

wa (guapo)

we (bueno)

wo (cuota)

Tiende igualmente nuestra lengua a juntar en diptongo creciente las dos vocales débiles i, u, haciendo semiconsonante la que está en primer lugar, con lo cual el núcleo silábico se sitúa en el segundo elemento de diptongo: ju, wi. Esta tendencia ofrece numerosas vacilaciones dialectales que mantienen el hiato o hacen núcleo silábico en el primer elemento. Así en la lengua moderna conviven, por ejemplo, ju-i-cio, tri-un-fo con jui-cio, triun-fo, con predominio de estos últimos.

Los diptongos decrecientes son:

ai (aire)

ei (reina)

oi (voy)

au (aurora)

eu (feudal)

ou (bou) (el diptongo ou no es genuinamente castellano, puesto que sólo se encuentra en la palabra catalana bou y en algunos topónimos)

Tenemos, por tanto, en el uso actual de nuestro idioma ocho diptongos crecientes, seis decrecientes y cuatro triptongos (jai, jei, wai, wie). Todos ellos están fuertemente consolidados en el habla actual. Los diptongos crecientes se dan en español moderno con frecuencia notablemente mayor que los decrecientes.»

[Gili Gaya, Samuel: Elementos de fonética general. Madrid: Gredos, 1966, p. 117-118]

«Diptongos: Las vocales i, u, combinadas entre sí o acompañada cada una de ellas por otra vocal, dente de una misma palabra, forman el grupo fonético que se llama diptongo. La i y la u se pronuncian como semivocales cuando van al fin del diptongo, y como semiconsonntes cuando van al principio. Las vocales e, o ante la semivocal i resultan relativamente abiertas. La a ante la u se hace un poco velar. La o ante esa misma u alcanza su matiz más cerrado.

En los grupos iu, ui predomina siempre como principal elemento del diptongo la segunda vocal, reduciéndose la primera a semiconsonante.»

[Navarro Tomás, T.: Manual de pronunciación española. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 141968, § 66]

«A efectos ortográficos, para que haya diptongo debe darse una de estas dos situaciones:

a)   que se sucedan una vocal abierta (a, e, o) y una cerrada (i, u), o viceversa, siempre que la cerrada no sea tónica: aire, causa, peine, oiga, bou, viaje, ciego, quiosco, suave, fuerte, cuota.

b)   que se combinen dos vocales cerradas (i, u) distintas: ui, iu: ruido, diurético, etc.

Algunas de estas combinaciones vocálicas pueden articularse como hiatos (es decir, en dos sílabas), dependiendo de distintos factores: su lugar en la secuencia hablada, el mayor o menor esmero en la pronunciación, el origen geográfico o social de los hablantes, etc. Este es el caso, por ejemplo, de fluir (pronunciado fluir, con diptongo, o flu-ir, con hiato), de incluido (pronunciado in-clui-do o in-clu-i-do), de cruel (pronunciado cruel o cru-el), de des-viado (que se pronuncia des-via-do o des-vi-a-do), etc.

Sin embargo, a efectos de la acentuación gráfica, se considerará siempre que se trata de diptongos. La h intercalada entre dos vocales no impide que estas formen diptongo: ahu-mar, ahi-ja-do

[Real Academia Española. Ortografía de la lengua española. Edición revisada por las Academias de la Lengua Española. Madrid: Espasa Calpe, 1999, p. 43]

Ejemplos de diptongos decrecientes (vocal y semivocal):

baile, hay, causa, aceite, ley, feudal, heroico, hoy, bou

Ejemplos de diptongos crecientes (semiconsonante y vocal):

aciago, viejo, sabio, ciudad, cuadro, fuerza, vacuo, cuida

El grupo ui se considera siempre como diptongo: ca-suis-ta.

Los sonidos gue, gui, que, qui no se consideran diptongos ya que la u al ser muda en estos casos no forma una emisión de voz con la e ni con la i, pero sí forman una sola sílaba. Si la u ante e, i después de g es sonora, lleva diéresis y forma diptongo con la vocal siguiente: ver-güen-za, ci-güe-ña.

Generalmente nos e forma diptongo en las palabras compuestas cuyo primer elemento es un prefijo: re-u-nir, re-in-cor-po-rar.

Los verbos acabados en -iar y –uar en los que se destruye el diptongo en la primera persona del singular del presente de indicativo: confiar > con-fí-o, también lo destruyen en las demás personas del singular y tercera persona del plural del presente de indicativo, del presente de subjuntivo e imperativo. En la segunda persona del plural el grupo –ais, -eis forma diptongo siempre, pues en realidad lo que se destruye es el triptongo –iais, -ieis, -uais, -ueis, así con-fi-áis, con-fi-éis, a-cen-tu-áis, a-cen-tu-éis.

 Diptongos impropios

«Distinta es la calidad de las combinaciones que forman entre sí las vocales fuetes a, e, o. Sus diferencias relativamente pequeñas en el grado de apertura motivan numerosas vacilaciones entre el hiato y el diptongo que vienen a sumarse a las producidas por el acento, la composición de las palabras, la etimología, las variantes dialectales y la mayor o menor rapidez y esmero en la dicción. Compárese las pronunciaciones al-co-hol y al-col, al-de-a-no y al-dea-no, pe-or y peor, re-al y real, bo-a-to y boa-to, le-er y ler. Son diptongos consolidados, a los cuales la Gramática tradicional da el nombre de impropios, por no haber en ellos semiconsonante o semivocal. Cuando se forma el diptongo con vocales fuertes, la más abierta tiene intensidad y duración normales pero la más cerrada se debilita y abrevia, al mismo tiempo que tiende a cerrar más su articulación. Así se explican las pronunciaciones vulgares tjatro (teatro) pjor (peor), trai (trae), twala (toalla), etc., y los frecuentes cambios históricos que tienden a resolver con un diptongo consolidadeo la sucesión inmediata de dos vocales fuertes (a e r e > aire; c r e a r e > criar). El diptongo formado por aquéllas es de un equilibrio poco estable, en el cual las vocales componentes conservan su individualidad como fonemas.»

[Gili Gaya, Samuel: Elementos de fonética general. Madrid: Gredos, 1966, p. 120-121]

Triptongos

1. Un triptongo es la secuencia de tres vocales que forman parte de una misma sílaba: a - pre - ciáis, co - piéis, buey. Para que exista un triptongo han de combinarse dos vocales cerradas (i, u) átonas y, en medio de estas, una vocal abierta (a, e, o): anunciáis, guau, miau, confiéis. No son triptongos en español las secuencias de vocal cerrada + vocal abierta + vocal cerrada cuando alguna de las dos vocales cerradas es tónica. Lo que hay en esos casos es un hiato seguido de un diptongo, cuando es tónica la primera vocal cerrada: vivíais (vi - ví - ais); o un diptongo seguido de un hiato, cuando es tónica la segunda vocal cerrada: limpiaúñas (lim - pia - ú - ñas).

2. Una misma secuencia de vocal cerrada átona +vocal abierta + vocal cerrada átona puede pronunciarse, en unas palabras, formando parte de la misma sílaba, esto es, como un triptongo y, en otras, en dos sílabas diferentes, es decir, como un hiato seguido de un diptongo, o viceversa; así, la secuencia iei se pronuncia como triptongo en la palabra cambiéis [kam - biéis] y como hiato + diptongo en confiéis [kon - fi - éis], al menos en España y en los países americanos en los que la tendencia antihiática es menos fuerte. Sin embargo, a efectos de acentuación gráfica, cualquier secuencia formada por una vocal abierta entre dos vocales cerradas átonas siempre se considerará un triptongo, con independencia de su articulación real en una o en dos sílabas. [RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 652]

Acentuación de las palabras con triptongo

Triptongos ortográficos

Cualquier grupo de tres vocales formado por una vocal abierta situada entre dos vocales cerradas, siempre que ninguna de las vocales cerradas sea tónica, se considera un triptongo a efectos de acentuación gráfica: averiguáis, buey, Paraguay, vieira, confiáis, opioide.

Acentuación de palabras con triptongo

Las palabras con triptongo siguen las reglas generales de acentuación. Así, lieis no lleva tilde por ser monosílaba (aunque pueda llevarla si se articula como bisílaba; continuéis y despreciáis la llevan por ser agudas terminadas en -s, mientras que biaural y Uruguay, que también son agudas, no se tildan por terminar en consonante distinta de -n o -s; tuáutem lleva tilde por ser llana terminada en consonante distinta de -n o -s, mientras que vieira y opioide no la llevan por ser llanas terminadas en vocal.

Colocación de la tilde en los triptongos

La tilde va siempre sobre la vocal abierta: consensuéis, habituáis, tuáutem.

[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 637]

«La presencia de los sonidos i, u, en una misma palabra, al principio y al fin de un grupo vocálico cuyo elemento central y predominnte sea a o e da lugar a los triptongos iai, iei, uai, uei. El triptongo empieza con movimiento articulatorio de abertura creciente y termina con abertura decreciente. El primer elemento es una semiconsonante; el último, una semivocal. La a, en los triptongos citados, especialmente en iai, adquiere cierto matiz palatal. La e es normalmente abierta, del mismo modo que en el diptongo ei, sin que el hallarse entre dos elementos palatales, como ocurre en iei, impida su abetura. Ejemplos: despreciáis, limpiéis, averiguáis, santigüéis, buey

[Navarro Tomás, T.: Manual de pronunciación española. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 141968, § 67]

Sinéresis

Sinéresis o sinícesis (gr. sunaíresis ‘contracción, agregación’). En métrica, el procedimiento inverso al de la diéresis: dos vocales contiguas pasan a convertirse en una.  Reducción a una sola sílaba de vocales que están juntas o separadas por «h», las cuales no constituyen propiamente digtongo; como «(ao)ra» por «a-ho-ra». Figura entre las licencias poéticas: álzala gorgeador alta en volandas (G. Diego).

Hiato

«Hiato

Secuencia fónica formada por dos vocales contiguas que pertenecen a sílabas diferentes, v.g., roer, tío. (Cf. Diptongo.)»

[Eguren, Luis / Fernández Soriano, Olga: La terminología gramatical. Madrid: Gredos, 2006, p. 74]

1. Hiato es la secuencia de dos vocales que se pronuncian en sílabas distintas: grú - a, pa - ís, ca - er, dis - cu - tí - ais. Desde el punto de vista fonético, son hiatos las combinaciones de vocal abierta (a, e, o) átona + vocal cerrada (i, u) tónica: rz, ld, rr, transnte, r; de vocal cerrada tónica + vocal abierta átona: María, ríe, frío, cacatúa, acentúe, búho; de dos vocales iguales: azahar, poseer, chiita, alcohol; y de dos vocales abiertas distintas: caer, aorta, teatro, etéreo, cgulo, poeta (aunque, en el habla, la secuencia de dos vocales abiertas –especialmente cuando ninguna de ellas es tónica– puede articularse como diptongo, esta combinación vocálica se considera siempre hiato desde el punto de vista normativo).

2. Las otras combinaciones posibles de dos vocales (salvo la secuencia de una vocal abierta tónica seguida de una cerrada átona, que forma siempre diptongo en español) se pueden pronunciar como hiatos o como diptongos, dependiendo de diversos factores: las palabras concretas en las que se encuentren incluidas, el origen geográfico o social del hablante, el mayor o menor esmero en la pronunciación, etc. Dada esta variabilidad, se ha optado por establecer una serie de convenciones sobre qué ha de considerarse diptongo y qué ha de considerarse hiato a la hora de acentuar gráficamente las palabras; así, las secuencias vocálicas distintas de las descritas en el primer párrafo se considerarán siempre diptongos a efectos de acentuación gráfica.

3. La h intercalada no influye en absoluto en la consideración como diptongo o como hiato de una secuencia vocálica; así, hay grupos de vocales con h intermedia que forman diptongo: ahijado, ahumar, prohibir, y otros que forman hiato: ahínco, turbohélice, prohíbe.

4. Tanto en España como en América existe una tendencia antihiática muy marcada en el habla popular, lo que provoca que determinadas secuencias vocálicas que son hiatos en el habla culta se pronuncien como diptongos entre hablantes poco instruidos, con el consiguiente cierre en el timbre de la vocal átona; así, en el habla esmerada, deben evitarse pronunciaciones como *[golpiár] por golpear, *[akordión] por acordeón, *[kuéte] por cohete, *[pelié] por peleé, etc. No obstante, en algunos países de América, particularmente en México, este cierre vocálico se da también en el nivel culto.

5. En amplias zonas de América es muy frecuente que se pronuncien como diptongos secuencias formadas por una vocal cerrada átona y una vocal abierta tónica, o por dos vocales cerradas distintas; estas mismas secuencias, por el contrario, se pronuncian mayoritariamente como hiatos en el español de España y de algunos países americanos, por ejemplo, la Argentina o el Ecuador. Así, en España y parte de América, la palabra guion se pronuncia como bisílaba ([gi - ón]), debido al hiato, mientras que en otras áreas americanas se pronuncia como monosílaba ([gión]), debido al diptongo; lo mismo sucede con jesuita, que vacila, según las zonas, entre el hiato ([je - su - í - ta]) y el diptongo ([je - suí - ta]).» [RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 339]

Acentuación de las palabras con hiato

Hiatos ortográficos

A efectos de acentuación gráfica, se consideran hiatos las combinaciones vocálicas siguientes:

a) Dos vocales iguales: afrikáans, albahaca, poseer, dehesa, chiita, microondas, duunviro.

b) Dos vocales abiertas: anchoa, ahogo, teatro, reo, eólico, héroe.

c) Vocal cerrada tónica + vocal abierta átona o, en orden inverso, vocal abierta átona + vocal cerrada tónica: alegría, acentúa, insinúe, enfríe, río, búho; rz, bl, transnte, rr, r.

Acentuación de las palabras con hiato

a) Las palabras con hiato formado por dos vocales iguales, o por dos vocales abiertas distintas, siguen las reglas generales de acentuación. Así, creó y dn llevan tilde por ser agudas terminadas en vocal y en -n, respectivamente, mientras que poseer y peor, también agudas, no la llevan por terminar en consonante distinta de -n o -s; bóer y Sáez llevan tilde por ser llanas terminadas en consonante distinta de -n o -s, mientras que bacalao, chiita, vean y anchoas no la llevan por ser llanas terminadas en vocal, -n y -s, respectivamente; océano, cgulo y zlogo se tildan por ser esdrújulas.

b) Las palabras con hiato formado por una vocal cerrada tónica y una vocal abierta átona, o por una vocal abierta átona y una cerrada tónica, siempre llevan tilde sobre la vocal cerrada, con independencia de que lo exijan o no las reglas generales de acentuación: armonía, grúa, insinúe, dúo, río, hematíe, ld, cda, rz, fcho, cafna, egsmo, r. La presencia de una hache intercalada no exime de la obligación de tildar la vocal tónica del hiato: búho, ahíto, prohíbe.

[RAE: Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana, 2005, p. 637]

«Cuando dos o más vocales seguidas se pronuncian sin formar una sílaba única, se dice que están en hiato. En español existe desde antiguo una tendencia muy marcada a reducir los hiatos a diptongos y a juntar por sinalefa la vocal o vocales finales de una palabra con las iniciales de la palabra siguiente, dentro del mismo grupo fónico.»

[Gili Gaya, Samuel: Elementos de fonética general. Madrid: Gredos, 1966, p. 117]

«A efectos ortográficos, para que haya diptongo debe darse una de estas dos situaciones:

a) que se sucedan una vocal abierta (a, e, o) y una cerrada (i, u), o viceversa, siempre que la cerrada no sea tónica: aire, causa, peine, oiga, bou, viaje, ciego, quiosco, suave, fuerte, cuota.

b) que se combinen dos vocales cerradas (i, u) distintas: ui, iu: ruido, diurético, etc.

Algunas de estas combinaciones vocálicas pueden articularse como hiatos (es decir, en dos sílabas), dependiendo de distintos factores: su lugar en la secuencia hablada, el mayor o menor esmero en la pronunciación, el origen geográfico o social de los hablantes, etc. Este es el caso, por ejemplo, de fluir (pronunciado fluir, con diptongo, o flu-ir, con hiato), de incluido (pronunciado in-clui-do o in-clu-i-do), de cruel (pronunciado cruel o cru-el), de des-viado (que se pronuncia des-via-do o des-vi-a-do), etc.

Sin embargo, a fectos de la acentuación gráfica, se considerará siempre que se trata de diptongos. La h intercalada entre dos vocales no impide que estas formen diptongo: ahu-mar, ahi-ja-do

[Real Academia Española. Ortografía de la lengua española. Edición revisada por las Academias de la Lengua Española. Madrid: Espasa Calpe, 1999, p. 43]

Hiato y sinéresis

«Con frecuencia aparecen juntas, dentro de una misma palabra, dos vocales que no forman diptongo, sino que por tradición gramatical constituyen sílabas distintas. Al efecto prosódico que produce la pronunciación de las vocales colocadas en dicha posición se llama hiato. La lengua hablada no se ajusta siempre en este punto a la tradición gramatical. El uso consiente que en ciertos casos las vocales que se hallan en hiato se reduzcan a una sola sílaba. A esta reducción se le da el nombre de sinéresis. La sinéresis puede producir modificaciones importantes en la pronunciación de las vocales a que afecta.

a)   Vocales iguales se reducen en sinéresis a una sola vocal de cualidad y duración ordinarias:

 

 

hiato

sinéresis

albahaca

al-ba-á-ka

al-bá-ka

acreedores

a-kre-e-dó-res

a-kre-dó-res

nihilista

ni-i-lis-ta

ni-lista

alcohol

al-ko-ól

al-kól

 

b)  La i y la u, pronunciadas en hiato como vocales corrientes, se convierten por sinéresis en semivocales o semiconsonantes, como en los diptongos o triptongos:

 

 

hiato

sinéresis

viaje

bi-á-xe

bjá-xe

suave

su-á-be

swá-be

cruel

kru-él

krwél

aún

a-ún

áun

ahí

a-í

ái

 

 La pronunciación vulgar reduce corrientemente a una sola sílaba cualquier grupo vocálico de esta especie: país [páis], maíz [máiθ], baúl [bául]. En la América española este uso se halla también, más o menos desarrollado, aun entre las personas instruidas. En el ambiento culto de Castilla, fuera de ciertas ocasiones en que se admite la sinéresis de dichas formas, la pronunciación [páis, máiθ], etc., tiene un carácter marcadamente vulgar. En aún, ahí, había, día, y en algunos otros casos, alternan el hiato y la sinéresis con arreglo a determinadas circunstancias.

 En las combinaciones iu, ui, el elemento que se modifica al producirse la sinéresis es siempre el primero de cada grupo: viuda [b-ú-da], ruido [r-í-do], con hiato; con sinéresis, [bjú-da, rwí-do].

c)   Las vocales e, o, delante de a, se pronuncia asimismo, en hiato, como vocales ordinarias, con el timbre abierto o cerrado que en cada caso les corresponda, según las circunstancias en que se hallen, es decir, pronunciándose siempre como vocales cerradas menos cuando van precedidas de erre que se oyen con timbre abierto; en sinéresis, se cierran y abrevian, relajando su articulación, apagando su sonido y produciéndose, aunque con mayor abertura, con un movimiento análogo al de las semiconsonantes j, w.

 

hiato

sinéresis

aldeano

al-de-á-no

al-deá-no

lealtad

le-al-tád

leal-tád

línea

lí-ne-a

lí-nea

toalla

to-á-lla

toá-lla

coagular

ko-a-gu-lár

koa-gu-lár

 

En la palabra real, la e es abierta en hiato, y breve y relajada en sinéresis; la lengua vulgar dice en unas partes [rjál] y en otras [reál y rál].

El habla popular hace en muchos de estos casos ea > ja, oa > wa: teatro [tjátro], pasear [pasjár], Joaquín [xwakín], pedazo [piáθo], todavía [twabía], etc. La evolución de ea > ja, con j más o menos cerrada, se da también abundantemente en América hasta en la pronunciación de las personas cultas.

d)  En los casos en que se encuentran juntas las vocales e, o, el elemento que se cierra y abrevia al pronunciarse la sinéresis es, como en las combinaciones iu, ui, el que va en primer lugar

 

hiato

sinéresis

empeorar

em-pe-o-rár

em-peo-rar

teólogo

te-ó-lo-go

teó-lo-go

níveo

ní-be-o

ní-beo

incoherente

in-ko-e-rénte

in-koe-rénte

cohete

ko-é-te

koé-te

 

Vug. peor [pjór], empeorar [empjorár], cohete [kwéte].

e)  Detrás de la a, las vocales e, o, se abrevian y relajan también, pero conservan su propio timbre más claramente que en los casos anteriores, pronunciándose, dentro de su brevedad, con matiz más o menos abierto o cerrado, según las mismas circunstancias que hacen variar el sonido de las vocales e, o, ordinarias:

 

 

hiato

sinéresis

traerán

tra-e-rán

trae-rán

caen

ka-en

káen

Israel

is-ra-él

is-ráel

ahogado

a-o-gá-do

ao-gá-do

ahora

a-ó-ra

áo-ra

extraordinario

es-tra-or-di-ná-rio

es-traor-di-ná-rio

Bilbao

bil-bá-o

bil-báo

 

Vulg. traerán [trairán], caen [káin]. En extraordinario la velarización de la a y la abertura de la o dan lugar a que dicha palabra se oiga con frecuencia con reducción de las dos vocales a un solo sonido. En Bilbao, bacalao, etc., la o final, en sinéresis, en pronunciación vulgar es normalmente cerrada, con tendencia a u más o menos abierta; en algunas regiones se oye en realidad una u: [bilbáu, bakaláu].»

[Navarro Tomás, T.: Manual de pronunciación española. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 141968, § 68]

Sinalefa

ronunciación en una misma sílaba de la vocal final de una palabra y la inicial de la palabra siguiente: la alameda > *la’lameda. Enlace de sílabas por el cual se forma una sola de la última de un vocablo y de la primera del siguiente, cuando aquel acaba en vocal y este empieza con vocal, precedida o no de h muda. A veces enlaza sílabas de tres palabras; p. ej., Partió a Europa.

«Cuando dos o más vocales seguidas se pronuncian sin formar una sílaba única, se dice que están en hiato. En español existe desde antiguo una tendencia muy marcada a reducir los hiatos a diptongos y a juntar por sinalefa la vocal o vocales finales de una palabra con las iniciales de la palabra siguiente, dentro del mismo grupo fónico. La posibilidad de la sinalefa con más de dos vocales depende de que éstas se hallen en serie de abertura creciente o decreciente, o de que las más abiertas estén en el centro de la sílaba como ápice silábico de ella: las más cerradas están en posición explosiva o implosiva, en la tensión o en la distensión, respectivamente.» [Gili Gaya, Samuel: Elementos de fonética general. Madrid: Gredos, 1966, p. 117]

«La posibilidad de juntarse por sinalefa varias vocales españolas depende de que formen serie de abertura creciente (iea) o decreciente (aei); o de que las de articulación más cerrada se hallen en los extremos de la sílaba, y las más abiertas en el centro. Por ejemplo, en salió a esperarlo se juntan cuatro vocales, porque la articulación se abre progresivamente i-o-a, y luego se cierra en e. En la frase esta o aquella no pueden unirse las tres vocales porque la o es más cerrada que las dos aes en que está intercalada, y exige un nuevo impulso articulatorio, es decir, una sílaba distinta. Cabe, por lo tanto, definir en este sentido la sílaba como el conjunto de sonidos comprendidos entre dos depresiones de la articulación.» [Gili Gaya, o. cit., p. 95-96]

La sinalefa es la fusión de la vocal o vocales finales de una palabra con la vocal o vocales iniciales de la palabra siguiente, de modo que se integren, a efectos fonéticos y métricos, en una sílaba: Muerta la lengua a Euridice respira (Jáuregui). Puede haber fusión de una sola sílaba de la vocal final de una palabra y la inicial de la siguiente; puede ser la misma vocal: ‘larina’ (por la harina); vocales que forman normalmente diptongo: ‘t(uo)jo’; o vocales de las que no lo forman ordinariamente: ‘l(ao)rden’.

«El encuentro de vocales que resulta del contacto de las palabras en la frase da también lugar a casos de hiato o contracción análogos a los indicados arriba para hiato y sinéresis. Al grupo de vocales formado por el enlace de las palabras y pronunciado en una sola sílaba se le da el nombre de sinalefa. Dentro de la palabra nunca se juntan más de tres vocales en una sílaba. Del enlace de unas palabras con otras resultan frecuentemente grupos vocálicos hasta de cinco o seis elementos.

Las principales modificaciones que las vocales experimentan al contraerse en sinalefa son las mismas que se han indicado con relación a la sinéresis. La i y la u se reducen a semiconsonantes o semivocales, según se hallen respectivamente al principio o al fin del grupo vocálico. La e y la o se abrevian y relajan, inclinándose al tipo cerrado o al abierto, según la influencia de los sonidos vecinos y según también su posición en el grupo. La vocal menos variable es la a, sin que esto signifique que no se deje asimismo influir hasta cierto punto por las otras, y en especial por las velares o, u.

La reunión de las vocales en sinalefa ofrece multitud de combinaciones distintas

aa escalera arriba

ae amada esposa

ai oferta injusta

ao palabra osada

au casa humilde

ee puede escribir

ei nombre ilustre

eo tiene orgullo

eu gente humilde

ia casi apagado

ie mi esperanza

ii casi imposible

io mi obligación

iu ni una vez

uu espíritu humano

uo por su honor

aaa llega a adorar

aae iba a encender

aao estaba ahogada

eaa aprende a hablar

eao presume ahondar

iau justicia humana

oaa vuelvo a atarlo

oao dispuesto a obedecer

uau fatua humildad

uou monstruo humano

iaau regia autoridad

ioae corrió a esperarlo

ioau palacio augusto

uoau inicuo augurio

ioaeu envidio a Eusebio

Las vocales representan aproximadamente el 50% del material fónico del idioma español. Las consonantes, aunque forman una serie más numerosa que la de las vocales, no entran en mayor proporción que éstas en la composición de las palabras. La vocal más frecuente es la a. Las variantes abiertas e, o, en la pronunciación española normal, son menos frecuentes que las cerradas e, o. En el habla regional de algunas provincias del Sur, las variantes cerradas son, por el contrario, menos frecuentes que las abiertas.

No existen en la pronunciación española vocales anteriores labializadas o mixtas, como la ü y la ö del francés y del alemán; ni relajadas, como en portugués; ni largas y breves, como en alemán. Se puede decir con Storm que la brevedad, claridad y la precisión son los rasgos característicos de las vocales españolas. Menéndez Pidal ha indicado oportunamente que la gran uniformidad fonética del español, “mayor, por ejemplo, que la de las otras dos grandes lenguas europeas extendidas por América, se debe en gran parte a la sencillez, claridad y formeza de nuestro sistema vocálico”.» [Navarro Tomás, T.: Manual de pronunciación española. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 141968, § 69]

Diéresis

Signo ortográfico auxiliar, también llamado «crema», representado por dos puntos (¨) que se disponen horizontalmente sobre la vocal a la que afectan. En español tiene los usos siguientes:

1. Debe colocarse obligatoriamente sobre la u para indicar que esta vocal ha de pronunciarse en las combinaciones gue y gui: vergüenza, pingüino. Como ocurre con la tilde, la diéresis debe escribirse también sobre las letras mayúsculas: BILINGÜE, LINGÜÍSTICA. En ediciones actuales de textos antiguos no modernizados, también puede encontrarse este signo escrito sobre la u en las combinaciones que, qui, con esta misma finalidad: qüestión, qüistión (en lugar de la forma moderna cuestión).

2. En textos poéticos, la diéresis puede usarse colocada sobre la primera vocal de un diptongo para indicar que las vocales que lo componen deben pronunciarse en sílabas distintas. Esta licencia poética recibe igualmente el nombre de diéresis. De este modo, la palabra a la que afecta y, en consecuencia, el verso en que aparece cuentan con una sílaba más a efectos métricos: «Como tórtola vïuda / quedé, pero no sin ramo, / pues en el de una taberna / estuve arrullando tragos» (Quevedo Jácaras [Esp. 1610-45]); «¡Oh! ¡Cuán süave resonó en mi oído / el bullicio del mundo y su rüido!» (Espronceda Diablo [Esp. 1840-41]).

 [RAE: Diccionario de dudas / Avance]

«La diéresis es una licencia poética de aplicación muy restringida. En el habla corriente sólo aparece por arcaísmo, o bien por motivos etimológicos o relacionados con la composición de las palabras.»

[Gili Gaya, Samuel: Elementos de fonética general. Madrid: Gredos, 1966, p. 117]

En español, se llama diéresis al signo diacrítico, llamado también crema, que, colocado sobre la u en los grupos gu + e, i, indica que debe ser pronunciada: lingüística / agüero / vergüenza. No es lo mismo que sinéresis. En el verso se coloca a veces sobre la vocal cerrada de un diptongo, o sobre la segunda si ambas son cerradas, en la licencia poética llamada también diéresis: Donde el límite rojo de Orïente (Herrera).

«En las palabras en que el grupo con vocal débil no está en la sílaba final, este grupo se pronuncia unas veces diptongado (‘p(ue)esto, r(ue)da’), y otras con diéresis (‘ri-àda, tortu-òso). Esta diéresis debería marcarse gráficamente. Lo indicado sería hacerlo con el signo específico (¨), llamado “diéresis”; pero este signo es desusado actualmente. (Se usa especialmente en algunas palabras coo ‘rüido, süave, vïuda’, para indicar esta pronunciación, por ejemplo en poesías viejas en que esa palabras están medidas así.) Hay, pues, que aclarar en la diccionario la pronunciación. Se debe advertir que esas palabras tienden rápidamente a pronunciares diptongadas y, con raras excepciones, como ‘riada’, en dicción rápida se pronuncian siempre así.» [Moliner, María: DUE. Madrid: Gredos, 1971, p. 859-860]

La h muda

«La letra h es un verdadero fósil dentro de nuestro alfabeto, puesto que no representa hoy ningún fonema. La existencia actual de esta letra obedece a razones puramente históricas y en ocasiones es incluso arbitraria. Su presencia o ausencia en la grafía de las palabras debe ser aprendida por el trato intenso de la lengua escrita. Solo en un caso hay norma fija para el uso: se pone h siempre ante los grupos ue, ui en comienzo de palabra: hueco, hueso, huésped, huida

[Seco, Manuel: Gramática esencial del español. Madrid: Espasa-Calpe, ²1989, p. 61]

«En la pronunciación correcta española, la h no representa la aspiración laríngea que en otros idiomas le corresponde y que en determinados casos tuvo también, en otro tiempo, en nuestra lengua; la h ortográfica es actualmente en nuestra escritura una letra muda sin ningún valor fónico: hoja [óxa], ahora [aóra], alcohol [alkól], huerta [wérta], hueco [wéco], ahuecar [awekár], etc.; la antigua aspiración aparece aún, sin embargo, en palabras como humo, horno, etc., en pronunciación dialectal.» [Navarro Tomás, T.: Manual de pronunciación española. Madrid: C.S.I.C., 141968, § 77]

«La h es un signo meramente ortográfico, sin valor alguno en la pronunciación, enlazándose, por consiguiente, los sonidos entre los cuales se encuentra como si de hecho la h no existiese: ahora [aóra], exhibición [egsibiθjón], deshojar [desoxár], los hijos [los íxos], los honores [los onóres].» [Navarro, o. cit., § 135, nota 1]

La presencia de una h ortográfica entre vocales no impide que estas formen diptongos, hiatos, sinéresis o sinalefas. La h colocada entre dos vocales permite que se pueda destruir el diptongo acentuando la vocal débil: bú-ho.

Para los efectos de la división de palabras al final de renglón, hay que tener en cuenta que “cuando la primera sílaba de una palabras es una vocal, se evitará dejar esta letra sola al final de la línea. Si la vocal está precedida de una h, se invalida la norma. Ejemplos: amis-ta-des, he-re-de-ros”. (RAE)

«A diferencia de lo establecido en normas ortográficas anteriores, cuando una palabra tenga h intercalada no se colocará delante de esta letra el guion de final de línea, con el fin de no romper sílabas ni secuencias vocálicas (no hay que olvidar que la h es una letra «muda»): alhón- / diga o alhóndi- / ga, y no *al- / hóndiga; al- / mohada o almoha- / da, y no *almo- / hada; prohi- / bir, y no *pro- / hibir; inhu- / mano o inhuma- / no, y no *in- / humano; de- / sahucio o desahu- / cio, y no *des- / haucio ni *desa- / hucio. La única excepción son los casos en que la h intercalada precede a los diptongos ie, ue, en que sí puede colocarse el guion de final de línea delante de la h: des- / hielo, des- / hierba, vi- / huela, des- / huesar; aquí la h sí es principio de sílaba y la vocal posterior es, en realidad, una semiconsonante, por lo que, en estos casos, el guion respeta la norma de no romper sílabas ni secuencias vocálicas.»

[RAE: Diccionario de dudas / Avance]

Otros ejemplos: ahín-co, buhar-dilla, cohi-bido, mohí-no, desahu-cio, prohí-be, sahu-merio, vahí-do.

La división fonética de estas sílabas sería: a-hín-co, buhar-di-lla, cohi-bi-do, mo-hí-no, des-ahu-cio, pro-hí-be, sahu-me-rio, va-hí-do.

Cuando al dividir una palabra por sus sílabas haya de quedar en principio de línea una h precedida de consonante que no sea c, se dejará esta consonante al final del renglón anterior y se comenzará el siguiente con la h; de modo que nunca se divida alh-araca, inh-umación, clorh-idrato, desh-idratar, sino al-haraca, in-humación, clor-hidrato, des-hidratar.

«La “i” y la “u”, si hay una h delante, forman siempre sílaba con la vocal que les sigue: ‘duro-hierro; está-hueco; hermoso-huevo’. Si la vocal intermedia formaba ya diptongo con una de las extremas antes de unirse las palabras dando lugar a un grupo de vocales más numeroso, se respeta esa unión: ‘pasó (Eu)genio. Es(toy)hablando. (A menos que, lo que suele ocurrir sólo en lenguaje rápido, se suprima la primera vocal del diptongo preexistente: ‘pasóugenio’.) Si la última vocal del grupo es acentuada, queda sola: ‘sab(eo-í)r; cas(ia-é)reo’. También, si el grupo es de más de tres vocales: ‘yal(oeo-í)do’. Si la vocal acentuada es la primera, va sola si la siguiente no pertenece a la misma palabra: ‘aqu(í-oa)llí, as(í-oa)sá’. Pero si la siguiente es de la misma palabra, se diptonga con ella: ‘est(oy-ha)blando, tr(ae)-otro’.» [Moliner, María: DUE. Madrid: Gredos, 1971, p. 861]

 Enlace de vocales

«Cuando dentro de una misma palabra o grupo fónico aparecen juntas dos o más vocales sucesivas, lo primero que importa saber es si estas vocales se han de pronunciar en sílabas distintas, o si todas o algunas de ellas han de agruparse en una sola sílaba. Aun en el caso de que cada vocal forme por sí misma una sola sílaba, el paso de una vocal a otra vocal inmediata se hace siempre en nuestra pronunciación gradualmente y sin interrupción de sonoridad. Las cuerdas vocales, desde el principio al fin de todo grupo vocálico, y sin perjuicio de las modificaciones de tono, intensidad, etc., que dentro de él sean necesarias, mantienen su movimiento vibratorio de una manera continua, siendo a veces perceptibles, en pronunciación lenta, el timbre espacial que corresponde a cada uno de los tiempos de la transición que efectúan los órganos para pasar de una vocal a otra.

Como es sabido, esto no ocurre del mismo modo en todos los idiomas. En lenguas anglosajonas, y sobre todo en alemán, el enlace de la vocal final de una palabra con la vocal inicial de la palabra siguiente, o de dos vocales de una misma palabra, como en alemán The ater, be erben, ge eignet, etc., va impedido por la oclusión laríngea que se hade de ordinario ante la segunda vocal separándola bruscamente de la anterior. En la pronunciación española, por el contrario, se enlazan las vocales sin corte ni separación de la sonoridad vocálica, pasando suave y gradualmente de uno a otro sonido tanto en grupos interiores de palabras, beodo, poeta, maestra, suave, zahúrda, mohíno, como entre palabras enlazadas, de oro, lo echa, a esta, su ave, la una, lo hizo, etc. La h es un signo meramente ortográfico, sin valor ninguno en la pronunciación, enlazándose, por consiguiente, los sonidos entre los cuales se encuentra como si de hecho la h no existiese: ahora [aóra].

Reducción del grupo vocálico a una sola sílaba

Nuestra pronunciación tiende, preferentemente, a convertir, siempre que es posible, todo conjunto de vocales en un grupo monosilábico; pero diversas circunstancias históricas, analógicas o eruditas suelen oponerse en muchos casos a dicha tendencia, dando lugar, fuera del caso de los diptongos y triptongos etimológicos, a vacilaciones que a veces hacen posible en una misma palabra una doble forma de pronunciación. En general, en lenguaje rápido, la reducción de los grupos vocálicos a una sola sílaba es más frecuente que en lenguaje lento; si las vocales no son acentuadas, su reducción, en igualdad de circunstancias, se produce más fácilmente que si alguna de ellas lleva acento; si son iguales, se contraen asimismo más fácilmente que si son diferentes, y si proceden del enlace de palabras distintas, mejor que si hallan dentro de una misma palabra.

Los prosodistas se han esforzado inútilmente en reducir a reglas fijas tales vacilaciones; dada la libertad de que la lengua dispone en este punto, lo único posible es tratar de señalar en cada caso la forma que hoy tiene un uso más corriente en la pronunciación correcta. Ofrece un buen testimonio a este propósito el testimonio de los buenos poetas modernos.

Principio fundamental de la reducción las vocales a grupos silábicos:

Fonéticamente, dos vocales, cualesquiera que sean, son siempre susceptibles de reducirse a una sola sílaba, aunque en determinados casos, por razones gramaticales o de otro carácter, deje de cumplirse dicha reducción.

Tres o más vocales pueden, por el contrario, en ciertas combinaciones, ser fonéticamente irreducibles a un solo núcleo silábico. Para que en estos casos sea posible la reducción es preciso que las vocales, según el grado de perceptibilidad de cada una de ellas, se hallen combinadas, dentro de cada grupo, de mayor a menor, aei, aeu, aoi, aou, aae, aau, etc., o de menor a mayor, iea, uea, ioa, uao, iaa, uaa, ioo, etc.,  o bien que la vocal o vocales más perceptibles de cada grupo, o sea las de articulación más abierta, se hallen en el cento del mismo, mientras que las menos perceptibles, o de articulación más cerrada, ocupen los extremos, con lo cual el movimiento de los órganos, abriéndose y cerrándose una sola vez para pronunciar cada grupo, coincide en lo esencial con el movimiento que requiere la articulación de cualquier sonido simple. Pueden presentarse, por consiguiente, dentro de este último caso, en pronunciación monosílaba, grupos de tres o más vocales como, por ejemplo, iao, eai, eau, uoi, ioae, uaei, uoau, ioaeu, etc.

La reducción de los grupos vocálicos a una sola sílaba es, en cambio, imposible cuando entre dos vocales relativamente abiertas aparece una vocal más cerada: aoa, aia, aie, euo, ouo, etc.; el movimiento de estrechez articulatoria a la correspondiente depresión de perceptibilidad que la vocal más cerrada representa en dichos casos constituye precisamente el punto de división silábica entre las demás vocales del grupo.

Ejemplos de grupos formados por tres o más vocales, irreducibles a una sola sílaba:

aoa esta o aquella

aoa blanca o azul

aea ya he hablado

aia sangrienta y ancha

aie apaga y enciende

eie calle y escuche

eue parece hueco

euo siete u ocho

oie mucho hielo

ouo uno u otro

oia voy a morir

oaia no hay ánimo

aiue casa y huerta

uaiai agua y aire

Las modificaciones que las vocales experimentan al agruparse en núcleos silábicos fueron indicadas al hablar de los diptongos, triptongos, sinéresis y sinalefas. Estas denominaciones, relacionadas con el distinto carácter gramatical de cada grupo, no representan diferencia alguna por lo que se refiere a la pronunciación. El grupo au, por ejemplo, se pronuncia del mismo modo en laurel, diptongo, que en la unión, sinalefa, y el grupo eo es igual fonéticamente en te ofrecía, sinalefa, que en teología, sinéresis.» [Navarro Tomás, T.: Manual de pronunciación española. Madrid: C.S.I.C., 141968, § 134 136]

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