nicht nur - nichts anderes als

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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Tengo una pregunta sobre la traducción de "nicht nur". Aquí un ejemplo: La vida después de la muerte no es sino la continuación de esta = ‘Das Leben nach dem Tod ist nicht nur die Fortsetzung dieses Lebens’. Me gustaría saber si también estas construcciones son posibles: La vida después de la muerte no es sólo / solamente la continuación de esta.

La vida después de la muerte no es sino la continuación de esta /

La vida después de la muerte es solo la continuación de esta /

La vida después de la muerte es solamente la continuación de esta /

La vida después de la muerte no es más que la continuación de esta /

La vida después de la muerte no es nada más que la continuación de esta /

La vida después de la muerte no es otra cosa que la continuación de esta. =

‘Das Leben nach dem Tod ist nicht nur die Fortsetzung dieses Lebens’.

[la traducción alemana tiene sentido correctivo (nicht nur ...) o aditivo (nicht nur, sondern auch) y contradice el sentido restrictivo de la oración española (no es otra cosa que / es solo), de modo que la traducción alemana correcta es:

Das Leben nach dem Tod ist nur die Fortsetzung dieses Lebens’. /

Das Leben nach dem Tod ist nichts anderes als die Fortsetzung dieses Lebens’.]

La vida después de la muerte no es solo la continuación de esta

La vida después de la muerte no es solamente la continuación de esta = 

Das Leben nach dem Tod ist nicht nur die Fortsetzung dieses Lebens’.

[la oración española tiene sentido correctivo (no es solo ...) o aditivo (no es solo ..., sino también ...), por tanto es correcta la traducción alemana (ist nicht nur ...)]

das Leben nach dem Tod ist nicht bloß ... /

das Leben nach dem Tod ist nicht nur ... [sentido restrictivo]

la vida después de la muerte no es sólo la continuación de esta

la vida después de la muerte no es solamente la continuación de esta

das Leben nach dem Tod ist nur ... /

das Leben nach dem Tod ist bloß ... [sentido restrictivo]

la vida después de la muerte es sólo la continuación de esta

la vida después de la muerte no es nada más que la continuación de esta

la vida después de la muerte no es sino la continuación de esta

das Leben nach dem Tod ist nichts anderes als ... [sentido restrictivo]

la vida después de la muerte no es más que la continuación de esta

la vida después de la muerte no es otra cosa que la continuación de esta

la vida después de la muerte no es sino la continuación de esta

das Leben nach dem Tod ist nicht nur ..., sondern auch ... [sentido aditivo]

no es sólo..., sino también ...

no es solamente ..., sino también ...

das Leben nach dem Tod ist nicht das Ende, sondern der Anfang eines neuen Lebens [sentido correctivo]

la vida después de la muerte no es el final, sino el comienzo de una vida nueva

was ist das Leben nach dem Tod, wenn nicht die Fortsetzung dieses Lebens?

¿qué otra cosa es la vida después de la muerte, si no es la continuación de esta?

¿qué otra cosa es la vida después de la muerte, sino la continuación de esta?

¿qué es la vida después de la muerte, más que la continuación de esta?

sino (De si1 y no).

4. conj. advers. Usada para contraponer un concepto afirmativo a otro negativo anterior. No lo hizo Juan, sino Pedro. No quiero que venga, sino, al contrario, que no vuelva por aquí. No sentí alegría ninguna por él, sino, antes bien, pesadumbre.

2. conj. advers. Denota idea de excepción. Nadie lo sabe sino Antonio.

3. conj. advers. Solamente, tan solo. No te pido sino que me oigas con paciencia.

4. conj. advers. Denota adición de otro u otros miembros a la cláusula. No solo por entendido, sino también por afable, modesto y virtuoso, merece ser muy estimado. [DRAE]

«Negación y foco:

Se denomina ‘foco de la negación’ aquel elemento sobre el que recae la exclusión o refutación de tal manera que puede considerarse responsable de la falsedad o inadecuación de la frase en la realidad. [...] El foco de la negación tiene un carácter presuposicional, pues es un elemento presupuesto o realmente proferido el que resulta refutado. A menudo esta refutación viene acompañada de un sintagma correctivo que aporta la información que rectifica la del elemento negado. Existen varios modos de hacer dicha corrección:

la conjunción sino:
Juan no habló hoy con María, sino con Ana.

una perífrasis de relativo:
No fue con María con quien habló Juan.

el giro y no:
Juan habló con Ana, (y) no con María.

La negación puede ocupar su lugar característico ante el verbo o bien preceder inmediatamente al foco:

Juan ha comprado en la subasta [no los cuadros, sino varias esculturas].

Para que ello suceda, es condición indispensable la presencia del elemento correctivo introducido por sino que formará junto con el foco un solo constituyente inseparable, de ahí la agramaticalidad de

*Juan ha comprado [no los cuadros] en la subasta, [sino varias esculturas].

El foco contiene información dada. El sintagma correctivo encabezado por sino en los ejemplos anteriores, introduce, en cambio, un nuevo elemento de naturaleza remática. Lógicamente, el foco de la negación sólo coincidirá con el foco de la oración si este es de naturaleza contrastiva, nunca si se trata de un tópico con información novedosa. [...]

Ningún elemento puede ser interpretado como foco de la negación si media entre él y la oración un término de polaridad negativa. De ahí que no podamos añadir a una frase como

No he visto a nadie en tu despacho

un sintagma correctivo como

*... sino en la sala de reuniones.

Hay que notar que las palabras negativas parecen ser incompatibles con los sintagmas correctivos en cualquier posición:

Los alumnos de esta clase no han suspendido el álgebra, sino la trigonometría.

*Ningún alumno de esta clase ha suspendido el álgebra, sino la trigonometría.

Los ahorradores no invertirán su dinero en bienes inmuebles, sino en acciones de empresas rentables.

*Nadie invertirá su dinero en bienes inmuebles, sino en acciones de empress rentables.

Cabría buscar la razón de estos contrastes precisamente en la naturaleza remática de las palabras negativas, incompatible con el hecho de que el sintagma correctivo introduzca una información novedosa que hace presuponer el resto de la oración como información dada.

Como conjunción de carácter correctivo, sino está restringido a contextos negativos y puede introducir todo tipo de palabras, sintagmas u oraciones; si estas son flexivas, exige la presencia de la conjunción que como en

No quiero que me ayudes, sino que lo hagas tú solo.

Es posible, incluso, que la oración tenga dos focos, en cuyo caso sino introducirá un constituyente formado por los dos elementos réplica de los focalizados, en contrucción similar a la que se da con otro tipo de construcciones coordinadas, como en

No ha hablado Juan con María, sino Pepe con Ana.

La conjunción sino puede tener otros valores estrechamente relacioandos con la negación, y de alguna forma con el foco.

En primer lugar, adquiere un valor exclusivo o de excepción cuando afirma el elemento introducido por la conjunción como el único frente a una generalidad que resulta negada en el contexto previo, sea explícita o implícitamente.

¿Quién sino él puede haber pronunciado conferencia tan interesante?

No quiero otra cosa, sino que me dejéis en paz.

El silencio no fue interrumpido sino por una sola observaciónd el guía.

Nadie puede ser dichoso, señora, ni desdichado, sino que os haya mirado.

La diferencia entre el sino correctivo y el exceptivo radican en la distinta relación semántica entre los dos términos coordinados.

El sino correctivo introduce un sintagma que sustituye al negado, de tal manera que estos se excluyen mutuamente.

El sino exceptivo, en cambio, coordina dos elementos tales que el segundo está incluido en la denotación del primero. El valor de sino consiste precisamente en excluir al segundo término de la coordinación de lo predicado respecto del primero. El elemento negado, el foco, coincide ahora no con un elemento particular, sino con la totalidad de las posibilidades, como en

 El silencio no fue interrumpido sino por una sola observación del guía.

Comparten el valor exclusivo de sino elementos como salvo, excepto, etc.

Finalmente, sino puede tener también un valor restrictivo, equivaliendo entonces al giro no ... más que, o a cuantificadores como sólo o únicamente. La peculiaridad de este uso es que sino no introduce un elemento que contraste con un foco negado (como en el caso correctivo) ni tampoco uno que constituya la excepción a una generalidad negada (como en el caso exclusivo), sino que tiene un mero valor cuantitativo. Como en los siguientes casos:

Quien no tiene sino un ojo, ¡mira a cuánto peligro anda!

No quiero sino que me dejéis en paz.»

[Sánchez López, Cristina: “La negación”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, vol.2, § 40.2.2]

«Las formas sino y si no

La primera forma es átona; y en la segunda es tónico el adverbio no.

La forma sino:

Es una conjunción coordinante adversativa. Necesita una negación en la proposición a la que no pertenece la conjunción. Si en la proposición de sino aparece el verbo en forma personal, entonces debe ir seguida dicha conjunción de que, formándose así la locución sino que. Nunca se puede intercalar elemento alguno entre si y no, por tratarse de una sola palabra:

No fui yo sino mi hermano quien lo hizo.

No fui al cine, sino que preferí ir al teatro.

No me lo dijero a mí, sino a mi compañero.

Nunca me lo dirán a mí, sino que preferirán decírselo a mis padres.

No tuvo la culpa él, sino el profesor.

No es simpático, sino todo lo contrario.

En estos casos, la forma sino es equivalente a pero.

Tiene también el valor de más que, otra cosa que:

¿No harás (otra cosa) sino reírte siempre?

¿Quién sino tu hermano es el responsable del accidente?

No quiero sino ayudarte siempre.

¿De dónde sino de España proceden esos vinos?

Por último, la forma sino es un sustantivo sinónimo de ‘destino’:

Don Álvaro o la fuerza del sino.

El sino de mi vida es trabajar siempre.

La forma si no: se trata de la conjunción condicional si y el adverbio tónico de negación no. Se reconoce bien esta forma porque con frecuencia puede incrustarse en medio de alguna palabra, y la proposición de “si” puede intercambiarse con la principal:

Si (tú) no me lo dices, pero para ti

(= peor para ti si no me lo dices)

Si vienes, te doy el regalo; si no, no

(= si (tú) no (vienes), no (te lo doy). O bien: No te lo doy, si no vienes)

Díselo si no quieres seguir sufriendo más

(= si no quieres seguir sufriendo más, díselo)

¿Por qué voy a ir al colegio, si no me sé la lección?

(= si (yo) no me sé la lección, ¿por qué voy a ir al colegio?)

Diles que, si no desean más cosas, que se vayan

(= diles que se vayan si (ellos) no desean más cosas)

-¿Se lo vas a decir al profesor? -¿Y a quién, si no?

(= y si no, ¿a quién?)

Pero si no hay clase, ¿por qué vas al colegio?

(pero, ¿por qué vas al colegio si (como es sabido) no hay clase?).»

[Gómez Torrego, L.: Manual de español correcto. 2 vols. Madrid: Arco/Libros, 1991, vol. 1, § 2.5]

«sino

La conjunción adversativa sino (que se pronuncia átona) se emplea cuando, negada una cosa, se afirma a continuación otra que ocupa su lugar: No lo hizo él, sino ella; No es bondadoso, sino tonto. Cuando la conjunción se enuncia en medio de dos oraciones con verbo explícito, toma normalmente la forma de sino que: No le pegó, sino que le insultó.

A veces se usa sino que con sentido restrictivo (como pero): Él es bueno, sino que a veces los hombres más buenos tienen que hacer cosas que parecen malos.

No solo ... sino ... Estos elementos se anteponen a enunciados sintácticamente equivalentes (dos oraciones, dos nombres, dos adjetivos, etc.) para indicar la suma o acumulación del uno al otro. El segundo elemento va frecuentemente acompañado de también o de otro adverbio equivalente a éste: No solo vinieron sus padres, sino (o sino también) sus tíos y sus abuelos. Cuando los unidos son oraciones, el segundo elemento copulativo es sino que (o sino que también): No solo vinieron, sino que les trajeron muchos regalos. En todas estas construcciones puede aparecer, como variante, solamente en lugar de solo.

No debe confundirse sino, conjunción adversativa, con si no, conjunción condicional seguida de negación. Sino es palabra átona - la pronunciación /sinó/ es errónea -; si no tiene tónico el segundo elemento. Véase la diferencia en estos ejemplos: No come, sino trabaja (’en lugar de comer, trabaja’); No come si no trabaja (’no come en el caso de que no trabaje’).

¿Qué podía hacer sino resignarse? equivale a ’no podía hacer más que resignarse’. En este caso se emplea sino. Pero, si el segundo miembro de la frase es una oración (verbo en forma personal), la construcción es si (conjunción condicional) + no (adverbio de negación), y por tanto son dos palabras separadas: ¿Qué podía hacer, si no era resignarse?».

[Seco, Manuel: Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid: Espasa, 1998, pp. 414-415]

«sólo / solo:

Cuando quien escribe perciba riesgo de ambigüedad, llevará acento ortográfico en su uso adverbial:

Pasaré solo este verano aquí (‘en soledad, sin compañía’)

Pasaré sólo este verano aquí (‘solamente, únicamente’).»

[Real Academia Española. Ortografía de la lengua española. Edición revisada por las Academias de la Lengua Española. Madrid: Espasa Calpe, 1999, § 4.6.4]

«sólo

1. El adjetivo solo, ‘sin compañía’ o ‘único’ (que tiene, naturalmente, variaciones de género y número: sola, solos, solas), en su forma masculina singular, no se diferencia, en cuanto a la pronunciación, del adverbio solo, ‘solamente, únicamente’. Una frase como

Estoy solo por las noches,

privada de contexto, puede ser ambigua: ‘estoy sin ninguna compañía por las tardes o ‘estoy únicamente por las tardes’. Para prevenir este riesgo, existe una regla ortográfica según la cual ha de escribirse con tilde solo cuando es adverbio; pero esta regla debe aplicarse exclusivamente en los casos de posible ambigüedad, como en el ejemplo. En realidad, la ambigüedad no tiene por qué presentarse nunca, porque el contexto la resuelve en cada caso, de la misma manera que resuelve habitualmente las restantes ambigüedades posibles del habla. Por por consiguiente, al ser potestativo el uso de la tilde en el adverbio solo, lo más recomendable es atenerse a la norma general de no ponerla.

2. No solo ... sino ... Estos elementos se anteponen a enunciados sintácticamente equivalentes (dos oraciones, dos nombres, dos ajetivos, etc.) para indicar la suma o acumulación del uno al otro. El segundo elemento va frecuentemente acompañado de también o de otro adverbio equivalente a este:

No solo vinieron sus padres, sino sus tíos y abuelos. /

No solo vinieron sus padres, sino también sus tíos y abuelos.

Conviene que la mujer permanezca carente de voz y voto en la vida pública, no solo porque la política sea actividad esencialmente varonil, sino porque la influencia política de la mujer convertiría muy en breve el gobierno de los viejos en gobierno de las viejas. (Machado, Mairena, 191)

Cuando los unidos son oraciones, el segundo elemento copulativo es sino que / sino que también:

No solo vinieron, sino que les trajeron muchos regalos.

Los insectos, por el hecho de ser insectos, no solo quedan al margen de nuestra inteligencia, sino que quedan también al margen de nuestra idiotez.

En todas estas construcciones puede aparecer, como variante, solamente en lugar de solo

[Seco, Manuel: Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid: Espasa, 1998, pp. 417]