Karma - Dharma

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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 Quisiera saber el uso de la palabra "karma" en español (¿sino?, ¿destino?) con ejemplos.

Muy agradecida de antemano por su atención.

La palabra karma viene del sánscrito y significa ‚acción’. Es la creencia de que el destino de toda persona tras la muerte depende de los actos que haya realizado en vida o en vidas anteriores. Según Ferrater Mora (ver cita más abajo): «El karma puede ser entendido, de un modo general, como ley u orden moral eterno, o de un modo particular, como el orden de cada alma, o de una determinada casta.»

Otro concepto afín y que desempeña un papel fundamental en el budismo es el de dharma, idea omnipresente en el pensamiento hindú y que se ha extendido asimismo en gran parte de la filosofía india. Dharma ha sido a veces traducido por „virtud“, ya que constituye el „hilo“ (el „mérito religioso“) que liga esta vida con la vida futura y, en último término, el orden o camino recto y justo que permite pasar de la una a la otra. En cierto modo, es como una voz que indica la vocación (el orden propio) de cada ser y del universo en conjunto.

La metempsícosis o metempiscosis es palabra griega que significa animar cambiando’, en alemán „Seelenwanderung“ o „Metempsychose“, en español llamada también de forma menos técnica „reincarnación de las almas“ o „transmigración de las almas“: Doctrina religiosa basada en la creencia de que, tras la muerte, las almas pasan a otros cuerpos o seres vivos (ser humano, animal o planta), es decir, se reincarna en otro ser, según los merecimientos de cada una. Según la metempsícosis, las almas transmigran a otros cuerpos hasta alcanzar la perfección.

En contraste con este visión del mundo, está la visión del mundo cristiano: Jesucristo es el Redentor o Salvador que nos redimió del pecado original y, nos perdona de nuestras culpas y pecados mediante la confesión, en la que actúa la „gracia de Dios“ ante el arrentimiento del penitente. Al final de los tiempos vendrá el Juicio Final, con la resurrección de los muertos con „los mismos cuerpos y almas que tuvieron“. Los que hayan muerto en „gracia de Dios“, es decir, confesados, van al cielo o al purgatorio; los que los haya cogido la muerte en pecado mortal, al infierno. Por eso solemos decir en español ¡(Que) Dios nos coja confesados! o ¡(Que) Dios nos pille confesados! En alguna parte de América se dice ¡Que Dios nos lleve confesados! Como en Argentina el verbo coger tiene connotaciones malsonantes, no sé si allí se emplea este dicho, pero se lo podría „bautizar“ para hacerlo respetable por aquellos pagos: ¡Que Dios nos agarre confesados! Este dicho expresa el miedo de todo cristiano de morir en pecado mortal sin haberse podido confesar, por ejemplo, hoy en día, morir de un accidente repentino de coche sin la posibilidad de arrepentimiento final.

En la visión del mundo hindú sólo se alcanza la perfección mediante la continua reincarnación. Allí no existe la posibilidad de poder quedar libre de culpa ya en este mundo mediante la confesión. El Dios cristiana es un Dios personal que perdona al arrepentido. Así, el cristianismo ofrece la posibilidad de la purificación de los pecados ya en esta vida, la culpabilidad no se acumula, sino que se perdona con el arrepentimiento ... y hasta la próxima confesión. Un poeta romántico de mi tierra asturiana lo expresa así:

Te pintaré en un cantar

la rueda de la existencia:

pecar, hacer penitencia

y luego volver a empezar.

[Ramón de Campoamor (1817-1901)]

karma (Del sánscr. karma, hecho, acción).

1. m. En algunas religiones de la India, energía derivada de los actos que condiciona cada una de las sucesivas reencarnaciones, hasta que se alcanza la perfección.

2. m. En otras creencias, fuerza espiritual.

En el hinduismo, creencia según la cual los actos que un ser realiza en una vida influirán en sus vidas sucesivas: El karma es el dogma en que se basa la teoría de la reincarnación.

[DRAE]

Conceptos fundamentales de las religiones de la India

 

Dharma

«Dharma. La idea del dharma es casi omnipresente en el pensamiento hindú y se ha extendido asimismo en gran parte de la filosofía india. Su sentido parece en principio harto vago: se trata de un orden. Este orden puede ser determinado por una divinidad o bien ser de naturaleza cósmima e impersonal. Puede también referirse al gobierno del universo, o al conjunto de las leyes por las cuales se rige la sociedad, o al mundo individual y personal. En lo que toca al individuo, el dharma (a veces traducido por „virtud“) no se limita a la vida terrenal: constituye el „hilo“ (el „mérito religioso“) que liga esta vida con la vida futura y, en último término, el orden o camino recto y justo que permite pasar de la una a la otra. El dharma no es conocido por la experiencia corriente; es accesible solamente a una experiencia superior. En cierto modo, es como una voz que indica la vocación (el orden propio) de cada ser y del universo en conjunto.

El concepto de dharma desempeña un papel fundamental en el budismo. Una de las colecciones de escrituras básicas del primitivo budismo recibe el nombre de Dharma. Dharma suele traducirse entonces por „doctrina“, (o „verdad“ o „doctrina verdadera“), pero hay que tener presente que no se trata de una serie de proposiciones, es decir, de „vías“ (como las „cuatro verdades sagradas“). Por eso dice E. Conze que „el dharma no es realmente un dogma, sino esencialmente un sendero“. Esta camino es también un orden y la vez una ley – o, mejor, una serie de órdenes y de leyes qque parecen expresarse doctrinalmente, pero ue no tienen origen doctrinal ni siquiera humano, sino intemporal e impersonal.»

[Ferrater Mora, José: Diccionario de filosofía. Buenos Aires: Ed. Sudamericana, 1969, vol. 1, p. 439-440]

«El Tantrismo, el Jainismo y el Budismo no niegan los dioses. Para un budista existen los dioses, lo que sucede es que no son seres supremos, sino que están sometidos a la Ley suprema del cosmos como el resto del universo. Más aún: el bienaventurado budista es más feliz que el supremo de los dioses. Estos no son realidades supremas. Lo mismo acontece con el Tantrismo y el Jainismo. Por eso se dice que son religiones sin dioses, y con razón, si se entiende por dioses los dioses que acabo de describir. Ahora bien, en estas religiones existe la divinización de la Ley misma del cosmos. En China esta Ley tiene dos principios; un principio luminoso, Yang, y un principio oscuro, Yin. En el Budismo aparece la Ley como un dharma, como una obra que significa a la vez ley y doctrina. En la india no budista sino brahmánica aparece la deificación del sacrificio y la identidad entre el atman y el brahman. En Occidente aparece la religión cósmica de los estoicos y más tarde todos los politeísmos a la europea. Esta vía, al igual que la del politeísmo, no es tan absurda ni tan carente de sentido, sino que también tiene mucho que decir en la historia de las religiones.»

[Zubiri, Xavier: El problema filosófico de la historia de las religiones. Madrid: Alianza Editorial, 1993, p. 139]

«No hay duda de que el Budismo en su forma pura y canónica no admite una divinidad personal. La Ley cosmo-moral, el dharma, constituye la estructura misma del cielo, dentro del cual hay varios dioses que sin embargo no son seres supremos: los hobres cumplidores del dharma pueder ser más felices y más bienaventurados que cualquier dios. Ahora bien, esto no ha obstado para que la conciencia popular, si no teológica sí teologal, haya terminado por divinizar a Buda. La religión no es únicamente cosa de eclesiásticos y de teólogos: es una cosa vivida por el pueblo, y estos procesos no so exclusivamente procesos de especulación, sino que pueder ser y son, en la inmensa mayoría de los casos, procesos que se dan en  la estructura social entera. Las religiones no solamente se desarrollan sino que además, por lo menos en algunos casos, se mueren. Y se mueren por factores muy distintos.» [Zubiri, o. cit., p. 177]

«Yo no pretendo que el burgués abandone su moral; sólo pediría que me deja a mí la mía. Esta coexistencia de mandamientos diversísimos es la que expresa el hinduismo con el dharma. Dentro de la religión hindú caben todas las creencias, todas las doctrinas; el hinduismo no es dogmático. Sólo hay una cosa cuya aceptación exige: el cumplimiento de los deberes rituales. Cada casta tiene un repertorio de acciones permitidas y obligadas, un dharma, a que es forzoso ajustarse, porque constituye la ley última del universo. Cada individuo puede llegar a la perfección dentro de su dharma, y no puede llegar a ella por ningún otro camino. El brahmán tiene su moral de meditación y de ascetismo, como el ksatriya o guerero tiene la suya de fiereza y combate. Los dioses mismos están sometidos a un riguroso régimen; tienen que portarse como dioses. Lo ilícito es cometer la transgresión de un dharma y pasarse al ajeno, como no sea por vía de sacrificio. El acto indebido acarrea inexorablemente la reencarnación en una especie inferior. No se diga que no es ésta una moral rigorosa. Desde el comienzo de los tiempos, como realidad última del universo, como lo único que da a éste consistencia indestructible, se hallan prescritos los deberes rituales de cada tipo humano. El dios Brahma enseñó la gigantesca lista de normas vitales a los demás dioses, y la expuso en cien mil capítulos, según nos refiere en el Mahabharata. En vez de instaurar un solo perfil de corrección moral, anulando la riqueza del cosmos, el hindú respeta y acepta la maravillosa pluralidd del mundo, y en principio, como indica Weber, admite una moral para el ladrón y la prostituta. En cambio, no permite ningún desliz dentro de cada estatuto moral. No hay escape posible. El viejo poema lo dice bellamente: „Como entre mil vacas el ternero encuentra a su madre, así el pecado cometido una vez persigue eternamente a su autor“. Pues bien, amigo mío: el dharma de usted es jugar al golf, como el mío es un dharma de escritura y conversación.»

[Ortega y Gasset, José: „Conversación en el golf o la idea del dharma“ (1926). En: Obras completas. Madrid: Revista de Occidente, 1963, t. 2, p. 408-409]

Karma

«Karma. Uno de los conceptos fundamentales de la filosofía india, especialmente a partir de los comienzos del periodo post-védico, es el concepto de karma. Karma significa originariamente „movimiento“ o „fuerza“; por extensión, designa la fuerza que puede desarrollar un acto por medio de la cual este acto desemboca en un resultado. La fuerza en cuestión pued ser acumulada en el curso del tiempo y desencadenarse en un cierto momento, con lo cual se establece el grado de mérico o valda de mérito de las acciones. Tales acciones eran primitivamente el conjunto de ritos y sacrificios expuestos en las brahmanas. Pero mientras en la literatura védica propiamente dicha se trataba predominantemente de una serie de ritos externos, en la posterior literatura upanisádica se introdujo, cada vez con mayor insistencia, un motivo moral. Este motivo estaba constituido por la ley o leyes de comportamiento con vistas a las recompensas o cstigos (estos últimos consistentes en reencarnaciones inferiores después de la muerte). Por eso karma llegó a designar asimismo „ley“ u „orden“ – ley de conservación de la fuerza antes mencionada y orden que debe seguir el alma en el camino hacia su liberación. El karma puede ser entendido, de un modo general, como ley u orden moral eterno, o de un modo particular, como el orden de cada alma, o de una determinada casta.»

[Ferrater Mora, José: Diccionario de filosofía. Buenos Aires: Ed. Sudamericana, 1969, vol. 1, p. 1051-1052]

«Todos en nuestra actual existencia, estamos recogiendo lo que sembramos en nuestras vidas anteriores y a la vez estamos sembrando lo que recogeremos en la próxima. Nunca comprendemos esto, y es así como la humanidad, no podrá escapar de  esta cadena de consecuencias,  ya que casi nunca sabemos el por qué de nuestros sufrimientos. Cuando una persona siembra desgracias, causando daño a los demás, de hecho eso mismo vendrá a recoger. Esta es la ley del karma.

La Ley del Karma es aquella ley que ajusta sabia e inteligentemente  el efecto a su causa. Todo lo bueno o malo que hemos hecho en una vida, nos traerá consecuencias buenas o malas para ésta o próximas existencias.

No debemos olvidar los proverbios Cristianos: "el que siembra rayos, cosecha tempestades"; "con la vara que mides serás medido y con ventaja", "ojo por ojo y diente por diente" y "el que a hierro mata a hierro muere".

La Ley del Karma gobierna todo lo creado,  y es una ley inmodificable. Esta se conoce  en las religiones como "justicia celestial". Quien viola una ley crea dolor para sí mismo.

En la Gnosis, la simbolizamos con una balanza. El platillo derecho corresponde a las buenas obras y se le denomina DARMA. El platillo izquierdo corresponde a las malas obras y se le llama KARMA. A esta ley se le conoce también como ley de acción y consecuencia ó causa y efecto.»

[Karma, reencarnación, vidas pasadas]

Metempsícosis o metempsicosis

«(Del lat. metempsychōsis, y este del gr. μετεμψύχωσις).

Doctrina religiosa y filosófica de varias escuelas orientales, y renovada por otras de Occidente, según la cual las almas transmigran después de la muerte a otros cuerpos más o menos perfectos, conforme a los merecimientos alcanzados en la existencia anterior.» [DRAE]

Mystik

«War für Plotin das Einswerden mit Gott keine Leidenschaft, kein Denken, kein Verstehen, kein Bewusstsein seiner selbst, und lehrte Meister Eckhart, dass der, welcher Gott erkenne, von Gott getrennt sei, so saget Nangaku Ejo zu Basho: „Wenn due den Buddha hinsetzt, dann tötest du ihn“, worauf dieser erleuchtet wurde.

Solange noch amor und afición im Spiel sind, ist auch für Johannes vom Kreuz Gott abwesend. So vertreibt die Gewissheit des Glaubens Gott, statt zu ihm hinzuführen, weshalb der Glaube an Gott zerstört werden muss, was geschieht, wenn der Mensch in die „dunkle Nacht der Seele“ [en la noche oscura del alma] eintritt, wenn er den „lebendigen Kreuzestod“ (viva murte de cruz) erleidet. Dieser ins Nichts eingegangene Mensch ist dadurch ausgezeichnet, que en este no gustar nada ni entender nada en partiular, morando en su vacío, oscuridad y tiniebla, „dass er im einzelnen nichts schmeckt noch wahrnimmt, verweilend in seiner Leere und Finsternis“.

In ähnlicher Weise heißt es in der buddhistischen und hinduistischen Tradition, dass der Befreite fühlt, ohne zu fühlen, denkt, ohne zu denken, sieht, ohne zu sehen.

Wie ist es zu verstehen?

Der Befreite, der ja nicht tot ist, sondern weiterlebt und dies und jenes unternimmt, tut dies alles beziehungslos

[Duerr, Hans Peter: Sedna oder die Liebe zum Leben. Frankfurt/M.: Suhrkamp, 1984, S. 244-245]

Karma en textos y contextos

 

«Enfermedades por karma o castigo, debido a consecuencias de sus malas acciones en esta o en vidas pasadas.»

«Literalmente, karma significa acción, pero la acción por si sola no es nada. Supongamos que yo tengo que ir a la guerra y me obligan a matar  gente, esa es mi acción pero no es mi karma. De otro lado, si mato mucha gente, debido al odio, entonces es karma  porque ejerce influencia sobre mi mente y mi personalidad. Así como se refiere a la acción, el karma significa la impresión de un asunto de la vida en la mente de un  individuo.

De acuerdo con la filosofía oriental, incluso si no se trabaja, cocina, limpia la habitación o no se hace absolutamente nada, aún se está generando karma. En la noche, durante el sueño, el hombre está trabajando en planos más profundos, primordialmente en su inconsciente, siendo la acción consciente simplemente una expresión de los motivos inconscientes. Así mismo, los órganos del cuerpo nunca pueden permanecer inactivos, ya que la mayoría de los sistemas fisiológicos trabajan todo el tiempo. No hay un momento en la vida en el que el ser humano permanezca inactivo.» (Swami Satyananda)

«El Karma es una palabra que proviene del sánscrito, que tiene un complejo significado. Solo podemos ver la manifestación del Karma, si prestamos atención a las consecuencias de los actos del hombre en el tiempo, tanto en su relación con los demás como consigo mismo.

¿Pero que es el Karma?

Para hablar del karma habría que remontarse a Oriente, donde las religiones de estos países aún conservan la tradición de las reencarnaciones, y por ende no solo dedican su vida a no cometer tantos errores para que no les caiga el karma encima en esta vida, sino también piensan en los efectos que pueden traer en una vida futura, el mal comportamiento que puedan tener en la presente existencia. El karma sería una ley que busca el equilibrio de las cosas. Es una ley de causa y efecto.»

«Tampoco debe confundirse la acción de la ley kármica con "recompensa" o "castigo" por la conducta llevada a cabo. No es la acción de la justicia humana o divina, es el resultado de una ley natural. Una clase de acción volitiva genera unos efectos, otra clase genera distintos. "La idea de justicia moral o de recompensa y castigo, proviene de la concepción de un ser supremo o de un Dios que juzga, dicta sentencia y decide qué es lo bueno y qué es lo malo"»

«En el feng-shui reconocemos que cada edificio lleva su propio karma: los efectos de las actividades que tuvieron lugar en el edificio en tiempos pasados. Estos efectos continúan aun cuando los habitantes de la casa la hayan dejado, y afectarán a la prosperidad de los nuevos inquilinos.

Algunos edificios tienen buen karma, otros tienen mal karma y algunos neutro. Los edificios que tienen buen karma son los que han sido ocupados por individuos honrados y prósperos, por familias felices y llenas de armonía, y por personas virtuosas y de honor. Ninguno de los habitantes de estas casas ha muerto de manera temprana o por un accidente, y ninguno ha cometido crímenes contra la humanidad, contra la naturaleza, ni contra las deidades. El buen karma persistirá en estos edificios para beneficiar a los ocupantes subsiguientes. Cuando un edificio tiene buen karma se mitigarán los factores desfavorables de la carta geomántica, del entorno interno y del entorno externo. Los factores favorables se incrementarán. Pero el buen karma de un edificio puede quedar destruido si sus habitantes actuales se comportan con poca integridad u honradez, o si realizan actividades delictivas o poco éticas.» (Cómo limpiar el karma de un edificio. "Feng-Shui: La Ancestral Sabiduría de Vivir en Armonía con el Entorno", Eva Wong, Gaia Ediciones)

«En pocas palabras, el Karma es la Ley de la Causa y del Efecto.
Partimos del hecho de la Evolución y la Reencarnación. Si yo te pregunto... quien eres... que respuesta me das... Soy Tal persona, vivo en tal lado, tengo tal nivel educacional o económico, tengo hijos, familia, amigos etc... pero esa respuesta no responde la pregunta. En todos los idiomas conocidos cuando se habla del YO se coloca fuera del cuerpo, de la mente, del espíritu.»

«Como todas las leyes, la Ley del Karma está bajo el mando, la jurisdicción, de ciertas entidades, en este caso, los Señores del Karma. Ellos son los jueces cósmicos y miran la acción y reacción de causas y efectos que nosotros pusimos en movimiento, y regulan esto según nuestras necesidades. Siempre que el alma se encarna en cada entidad, humana o subalterna, nuestras almas adquieren una personalidad con una estructura dada de energía. »