Concordancia del verbo con el sujeto

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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¿Cómo se conjuga el verbo cuando tenemos dos objetos en singular? ¿Se considera plural o singular?

En la lechería se venden churros. Me parece correcto.

En la lechería se venden pan y leche. ¿Es correcto? A mí me suena fatal.

El los ejemlos en la lechería se venden churros y en la lechería se venden pan y leche, los sustantivos churros y pan y leche no son objeto o complemento directo del verbo, sino sujetos de una oración pasiva refleja.

Cuando el verbo precede a varios sujetos, con frecuencia solo concierta con el más próximo, especialmente en la lengua hablada.

Cuando se trata de sustantivos en singular unidos por y, y considerados por el hablante como una unidad, llevan verbo en singular: La compra y venta de estos objetos está prohibida.

Casos particulares en la concordancia del verbo con el sujeto:

«Cuando dos o más sujetos preceden al verbo, la pluralidad es tan visible y próxima que es raro poner el verbo en singular. Se cumple, pues, la regla general:

El sosiego, el lugar apacible, la amenidad de los campos, la serenidad de los cielos, el murmurar de las fuentes, la quietud del espíritu, son grande parte para que las musas más estériles se muestren fecundas. (Cervantes)

Por el contrario, si el verbo precede a los sujetos, es posible que concierte, no con todos, sino solo con el primero:

Le vendrá el señorío y la gravedad como de molde.

Reinaba constantemente tal desorden y algarabía que costaba trabajo entenderse; (nótese que la concordancia del verbo en singular está favorecida por la reiteración, casi sinonímica, de algarabía con respecto al significado de desorden).

Tampoco le distrae a Carriego la perfección del mal, la precisión y... el arrebato escénico de la desgracia.

Si el verbo va entre varios sujetos, tiende a concertar con el más próximo:

Su causa [de Dios] nos lleva, y la de nuestro Rey (que también es suya), a conquistar regiones no conocidas.

En la lengua moderna son perfectamente admisibles construcciones del mismo tipo:

Mi deber me obligaba, y nuestra amistad, a hablarle francamente.

En los ejemplos de los párrafos anteriores, los varios sujetos de un verbo van simplemente yuxtapuestos o enlazados por la conjunción y.

Con la copulativa ni, el verbo puede concertar con todos en plural, o en singular con el más próximo, sin que en esta concordancia influya que el verbo siga o preceda a los sujetos:

Hombre ni gigante, ni caballo de cuantos vuestra merced dice, parece por todo esto; a lo menos yo no los veo.

De tal suerte que ni la conformidad de religión, ni los vínculos de la sangre, ni la bondad y virtud de los príncipes, fue bastante para conformar sus ánimos ni los de sus ministros.

Esta libertad de concordancia mantiene su uso actual. Así, se dice indistintamente:

No me agradó (o agradaron) ni el argumento, ni la interpretación, ni la escenografía.

El verbo que se refiere a dos o más sujetos singulares unidos por la disyuntiva o puede hallarse en singular concertando con uno solo, o en plural concertando con todos, tanto si los sujetos van delante como si van detrás del verbo:

El tiempo o la muerte ha de acabar el enojo de sus padres.

Bien confesarás que ni has visto ni has oído decir jamás que haya hablado ningún elefante, perro, caballo o mona.

¿Qué yerbecilla, qué animalejo, qué piedra, qué tierra, qué elemento no es parte o de tu sustento, abrigo, reposo o hospedaje.

En diez años de plazo que tenemos, el rey, el asno o yo ¿no moriremos?

La misma posibilidad de doble concordancia aparece también con otros medios usuales de coordinación disyuntiva o distributiva:

Bien la baratura, bien la calidad de la mercancía, le decidió (o decidieron) a hacer una compra importante.»

[RAE: Esbozo..., § 3.6.9]

«Los colectivos (gente, muchedumbre, etc.) pueden llevar el verbo en singular o en plural. Se presenta normalmente la concordancia en singular cuando los individuos componentes del colectivo son homogéneos (como ocurre en enjambre, escuadra, clero:

La escuadra, después de aquel combate, atravesó el estrecho;

o cuando el colectivo va acompañado por un adjetivo o complemento que refuerce su carácter de singular gramatical:

La muchedumbre enfervorecida aclamó al Jefe del Estado;

o cuando el verbo va muy cerca del sujeto:

La gente huyó.

Pero puede darse concordancia en plural:

Este es un pueblo feliz; tienen muchos clérigos, tienen muchos militares, van a misa, creen en el demonio, pagan sus contribuciones, se acuestan a las ocho.

El ganado, de los alimentos silvestres, preferían la grama, el trébol y la mielga.

Es más fácil la concordancia en plural cuando el colectivo lleva un complemento especificativo en plural:

Infinidad de personas ignoran esto.

La mitad de los habitantes han emigrado.

Una patulea de arrapiezos gritaban y se empujaban.

O cuando el verbo se encuentra alejado del sujeto:

Amotinóse la gente, pero a la primera descarga de la tropa huyeron despavoridos.

En las oraciones de predicado cualitativo el verbo va a veces en plural cuando el predicado es plural; esto ocurre principalmente si el sujeto es colectivo o neutro:

Todo son molestias.

Esta gente son profesores de idiomas.

Varios sustantivos en singular unidos por y, y considerados por el hablante como una unidad, llevan verbo en singular:

La compra y venta de estos objetos está prohibida.

El dar y el tener seso ha menester.

Mi heroísmo y firmeza me hacía superior a todas las mujeres.

Cuando el verbo precede a varios sujetos, con frecuencia solo concierta con el más próximo, especialmente en la lengua hablada:

A todo esto se opone mi honestidad y los consejos continuos que mis padres me daban.

No te igualó en ligereza el hipogrifo de Astolfo ni el nombrado Frontino.

Pero el estilo cuidado, hoy, procura establece la concordancia normal.

Hay construcciones que, sin ser copulativas, encierran un sentido casi copulativo, con como y junto con, principalmente. En estos casos se vacila entre la concordancia en singular o plural, aunque quizá se prefiera esta última:

Suecia, junto con Noruega, constituye (o constituyen) la Península Escandinava.

La novela picaresca, como el teatro, usan de estas malicias.

En América –al menos en algunos países– es usual la concordancia en plural cuando el sujeto es singular y la acción se hace en cooperación (verbo seguido de con):

Hemos trabajado meses con Valentín

sería el equivalente del español europeo:

He trabajado meses con Valentín.

Si el verbo precede a dos sujetos unidos por o, puede ir en singular o en plural:

Le atraía la hermosura de la moza o la amenidad del lugar.

Le atraían la hermosura de la moza o la amenidad del lugar.

En el primer caso –dice Gili Gaya, § 29–, se recalca la diferencia entre los dos atractivos, se hace visible la exclusión de uno de los dos términos; en el segundo caso, queda debilitada la fuerza disyuntiva de la conjunción, resultando indiferente que sea uno u otro el motivo de la atracción. Así parece confirmarlo este ejemplo de Galdós:

Cruz o Fidela le peinaban todas las mañanas..., le sacaban cuidadosamente la raya..., le arreglaban la barba y el bigote

[Seco, Manuel: Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe, 101998, p. 126]

«Cuando dos o más sustantivos en singular se coordinan o yuxtaponen forman un grupo plural tanto desde el punto de vista referencial como desde el estrictamente sintáctico.

No obstante, hay algunas excepciones, unas aparentes y otras reales:

a) Un grupo de varios sustantivos o unidades sustantivadas coordinados o yuxtapuestos pueden concurrir con un sujeto morfológico singular. Es lo que ocurre con los infinitivos y oraciones sustantivas, que, por ser neutros, en principio no forman plural sintáctico.

Me gusta cantar y bailar.

*Me gustan cantar y bailar.

Me gusta que canten y que bailen.

*Me gustan que canten y que bailen.

Esto y lo otro hizo que nos enemistáramos.

*Esto y lo otro hicieron que nos enemistáramos.

b) Por tratarse de una unidad referencial (lo referido por cada una puede considerarse como parte de un todo unitario), esta puede pasar a considerarse como una pluralidad (conjunto de cosas diferenciadas), y en tal caso este tipo de grupos puede concordar en plural con el verbo:

Cantar y bailar se complementan.

*Cantar y bailar se complementa.

Holgazanear y aprender son incompatibles.

*Holgazanear y aprender es incompatible.

Esto y lo otro se contradicen.

*Esto y lo otro se contradice.

En este caso es la significación del predicado verbal o nominal lo que determina la unidad o pluralidad de lo referido por el sujeto léxico, y por tanto el que impone la concordancia en plural, cuando lo que se predica no resulta congruente aplicado a un sujeto semánticamente unitario.

c) Cuando la interrogativa indirecta viene encabezada por un interrogativo en plural, este puede interpretarse como sujeto y atraer la concordancia, dando lugar a un tipo de expresión normalmente incorrecta, pero relativamente frecuente, como en:

¿A ti te constan cuántos vinieron?, o como en No se saben quiénes lo hicieron.

d) En caso de la agrupación de sustantivos, especialmente los ‘no contables’ o ‘medibles’ (Bello), cuando sus referentes se encuentran mezclados, de modo que lo predicado se les atribuye como a un todo, la concordancia va en singular.

De su costado manó sangre y agua.

Se permite la entrada y salida de camiones.

El flujo y reflujo del las aguas limpiaba la playa.

Mientras que la concordancia se hace en plural cuando cada sustantivo lleve su artículo:

El flujo y el reflujo de las aguas limpiaban la playa.

La sangre y el agua se habían mezclado.

e) Algo parecido al plural sintáctico se forma en las construcciones en que entran unidades como las inclusivas hasta o sus sinónimos aun e incluso, inclusive, coordinando sustantivos o frases nominales en función de sujeto, y que suelen relacionarse con cuantificadores como todos, muchos. Cuando los nombres o pronombres de primera o segunda persona pasan a anteceder al verbo, este puede pasar también a la 1ª. persona o 2ª. persona del plural.

Muchos se asustaron, incluso yo.

Muchos, incluso yo, nos asustamos.

Todos, hasta tú misma, os asustasteis.

f)  Igualmente existe formación de un plural sintáctico cuando al sujeto en singular se le adjunta y le sigue un complemento circunstancial de compañía. En este caso suele prevalecer la concordancia en plural con el verbo.

La criada con el niño fueron atropellados en la acera.

Queda la concordancia en singular para los casos en que el complemento de compañía va separado del sujeto.

La criada fue atropellada, con el niño, en la acera.

Sin embargo, cuando el sustantivo precedido de con no está igualado con el sujeto (p. ej., no lleva artículo ni otro determinante) y se formula como un mero complemento determinativo del sujeto, la concordancia se da únicamente en singular.

La criada con niño fue atropellada en la acera.

Le gusta mucho la mantequilla con azúcar.

g) Cuando los sustantivos vienen coordinados por una conjunción disyuntiva con significación de alternancia o exclusión, la concordancia se hace con el verbo en singular.

¿Eso te lo dijo Pedro o Juan?

¿Vendrás tú o tu hermana?

No sé si asistiré yo o mi hermana.

Pero si su sentido es de indiferencia (disyunción exclusiva), el grupo sustantivo concuerda, también indiferentemente, en singular o plural.

Eso mejor te lo dirá/dirán Pedro o Juan.

Lo presentaremos/presentas tú o yo.

h) Situación especial ocupa la conjunción excluyente sino cuando coordina sustantivos en función de sujeto. El verbo concuerda siempre con el sustantivo más cercano, que suele ser el primero (el negado), pues normalmente el verbo antecede al sujeto en estos casos.

No se oía la música, sino ladridos.

No lo dijo Juan, sino sus hermanas.

Cuando por tratarse de una unidad cuantificativa universal falta el primer término negativo, entonces el verbo puede concordar con esta unidad, aunque también puede hacerlo –más normalmente– con el sustantivo que sigue a sino, y que es el que está afirmado.

No se oía/oían sino ladridos.

Nunca llegan sino malas noticias.

No asistiremos sino nosotros.

No representan ninguna excepción los sustantivos que no forman grupo debido a que el segundo es, en realidad, sujeto de otra oración:

Llegó el gobernador y luego [llegó] el alcalde.

Pedro puede atestiguarlo y yo también [puedo hacerlo].

Tampoco presentan particularidad alguna los casos en los que no son los sustantivos enumerados los que funcionan como sujeto, pues constituyen sólo el tema presentado como inciso.

Las sillas, las mesas, los vasos y los platos, el mantel ..., todo estaba roto.

Las cartas, los libros, la pluma y los lápices, la lámpara, etc., nada estaba en su sitio.»

[Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, Vol. 2, § 42.10.1.1]